La Policía Local de Ávila, de la mano de su Patrulla Verde, investiga ya para averiguar quién y de qué manera habría causado la muerte, todo apunta que por envenenamiento, de un perro en la zona sur de la capital. Un caso que, todo indica, podría estar relacionado con la muerte, también por envenenamiento, de otros dos canes hace dos años en Ávila
Era en la tarde del lunes cuando la Policía Local conocía la noticia del envenenamiento de un perro que, según explicaba el dueño del animal a los agentes, habría estado en un parque aledaño al Hospital Provincial, en la calle de Jesús del Gran Poder. Un espacio que ya se encuentra precintado, y en el que ayer por la tarde investigaba la Patrulla Verde.
Agentes de esta sección policial confirmaban a Diario de Ávila que todo indica que el responsable de la muerte de este perro podría ser el mismo que envenenó hace años a dos canes también en la zona sur de la capital. «Porque habría usado un veneno muy específico», decía uno de los agentes policiales, que recalcaba que, a falta de tener la confirmación oficial del laboratorio al que se ha enviado las muestras, todo hace pensar que el veneno utilizado sería Albicar, un plaguicida prohibido en España hace años. «Pero no en Portugal y en otros países de la Unión Europea», apuntaba el agente, que recalcaba la peligrosidad del mismo y que explicaba a este periódico cómo hace años se empleaba, por ejemplo, para eliminar plagas de ratas. «Porque es un veneno de cadena», se refería al hecho de que la rata que ingería ese veneno moría en la madriguera y el resto de ratas, al comer la carne de ésta, morían también. «Pero no es un veneno degradable. Por eso y por su letalidad se prohibió», alertaba el agente del riesgo que supone emplearlo.
«Usarlo en una ciudad es un peligro», abundaba en sus explicaciones el Policía Local, que se refería no sólo a la amenaza que supone para los animales.También, y lo que resulta más inquietante, para los niños y los adultos.
En este caso, el dueño del perro fallecido (un animal de tamaño mediano) informó a los agentes que el veneno estaba dentro de una patata cocida.
Y eso también ha hecho sospechar a los agentes sobre la posible relación del caso con el acontecido hace dos años. «En aquella ocasión pudimos ver los cebos con el veneno, que estaba dentro de trozos de pan», recordaba el agente, que explicaba también que aquellos panes envenenados estaban en una explanada en el Barrio Universidad, cerca de la Escuela Oficial de Idiomas. «Entonces mandamos las muestras a los laboratorios de la Guardia Civil», proseguía hablando, que confirmaba entonces que se trataba de Albicar. Un veneno, mostraba también su preocupación el agente, que podría haber llegado a afectar al dueño del perro, en el caso de que hubiera entrado en contacto directo con la espuma que el perro expulsó al convulsionar.
el alcalde, consternado. El parque en el que este lunes habría sido envenenado el perro se encontraba ya el martes clausurado para evitar poner en peligro a otros animales o personas. Lo anunciaba por la mañana el alcalde de la ciudad, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, que confirmaba que «la Policía Local está trabajando ya en la investigación», así como que «la Patrulla Verde ha abierto diligencias para determinar qué pudo haber sido y quién». Para ello, decía, la Policía Local cuenta con la colaboración de una clínica veterinaria de Ávila.
«La verdad es que estamos consternados porque esto no es normal. Es una actitud condenable», se mostraba pesaroso Sánchez Cabrera, que hablaba también de la «tristeza» que reina en el Ayuntamiento de una ciudad, recalcaba, «amiga de los canes» y que «protege a los animales».
«Tenemos muchos espacios preparados para ellos», se refería el alcalde a los parques caninos repartidos por la ciudad.
No es uno de ellos, por cierto, el parque en el que habría sido intoxicado el animal muerto. Se trata de un espacio abierto al público y que no cuenta con bancos para sentarse. Unas papeleras y unas farolas son el único mobiliario urbano de un espacio que, por otra parte, está cerrado con el mismo vallado que rodea al complejo del Hospital Provincial.
«El que haya personas con tanta maldad y odio hacia los animales no es normal», volvía a lamentar Sánchez Cabrera, que anunciaba que las pesquisas que realice la Policía Local y todo lo que pueda averiguarse en la investigación «se pondrán en conocimiento del juzgado para que tome las medidas oportunas, si es que localizamos quién pudo haber sido».
Reconocía el alcalde la existencia de otros casos similares los últimos años, si bien no concretaba si habían sido por la acción del hombre o por tristes casualidades. «Lo que no entendemos es cómo puede morir un animal envenenado en una zona urbana», reflexionaba, y apuntaba que si bien no puede asegurarse aún que el envenenamiento de esta semana haya sido intencionado, sí consideraba que «podía ser, por la zona», ya que, argumentaba, se trata de un espacio en el que «no suele aflorar un producto que produzca envenenamiento».
Se mostraba tajante el alcalde al asegurar que desde el Ayuntamiento se va a hacer todo lo posible para que «pague el que haya hecho esta animalada», y anunciaba que la Policía Local va a realizar durante estos días un seguimiento del estado de los parques, también en los caninos.
Solicitaba Sánchez Cabrera además la colaboración ciudadana.«Si alguien ha podido ver algo sospechoso que lo ponga en conocimiento de Policía Local o Nacional para que cuanto antes podamos seguir esa investigación en esa línea», animaba a los abulenses a su colaboración a la hora de informar sobre hacia donde se puede investigar.
los vecinos, preocupados. Y si consternado estaba el alcalde, no lo estaban menos los propietarios de perros que este martes paseaban a sus mascotas por las inmediaciones del parque.
Consternados y, sobre todo, preocupados. Porque, como decía a Diario de Ávila Mónica la propietaria de Lúa, no es la primera vez que ocurre algo así en el barrio. «Y ha ocurrido en otras zonas de Ávila, como en San Roque», iba más allá esta amante de los perros, que reconocía que ella no deja suelta nunca a su perra por este motivo.
Como tampoco la deja suelta otra vecina que prefería no dar su nombre y que alertaba, además, de la presencia de veneno en las esquinas de muchos edificios del barrio. «Yo ha he llamado a la policía por ello», aseguraba esta vecina de Ávila, que dice que esto ocurrió hace no muchos meses. «Mi perro llegó a casa un día echando espuma por la boca», se refería a un envenenamiento sufrido por su animal que, no fue a más, decía, por su rápida intervención.
«Yo estoy preocupado», comentaba por su parte José Luis, propietario de un perro súper longevo,Tico, de 18 años. «Alguna vez he metido al perro en ese parque, pero no mucho, porque la gente allí deja suelto a sus perros», expone José Luis, que teme que alguno de esos perros pueda morder a su anciano compañero. Eso, o que chupe algo que pueda hacerle daño. «Por eso siempre lo llevo atado», recalcaba José Luis. Él como el resto de vecinos consultados por este periódico, señalaba como posible responsable de la muerte a alguien a quien le molesten los perros en las ciudades, sobre todo por la suciedad que dejan cuando los amos no se encargan de recogerla.
«Un niño podría morir. Hablamos de un riesgo muy elevado en un parque»
Diario de Ávila también ha querido ponerse en contacto con la Clínica Veterinaria Albeitar, adonde se trasladó rápidamente al perro para tratar de salvar su vida. Desde allí, su responsable, Mercedes Martínez, confirma que el animal «presentaba todos los síntomas de una intoxicación muy seria». Tan grave, dice, que en apenas la media hora transcurrida desde la llamada de su desolado dueño, a su fallecimiento, apenas pasaba media hora.
«El perro presentaba dificultad de respiración, las pupilas puntiformes (muy cerradas), mucho babeo... En los diez minutos del traslado entró en parada», recuerda la situación la veterinaria, que explica que a pesar de que hicieron todo lo que estaba en sus manos para tratar de ayudar al perro, no pudieron salvarle la vida.
«Hablamos de un veneno muy peligroso», insiste la veterinaria, a la que le preocupa no sólo que haya gente «con tal mal corazón» capaz de envenenar deliberadamente a un animal, sino que un veneno tan letal pueda estar circulando por los parques de Ávila. «Es que un niño podría morir. Hablamos de un riesgo muy elevado en un parque», alerta Martínez.
Ella sabe bien que en otras circunstancias, «podríamos estar hablando hoy algo más serio», porque lo que ingirió el perro, en «un cebo hecho con toda la intencionalidad» era, dice, «un veneno muy potente y peligroso».
Triste por la pérdida de Benito, que así se llamaba el perro (un bretón joven, de apenas dos años y paciente de su clínica), Mercedes no tiene problema a la hora de asegurar que tanto ellos como los policías tienen muy claro que el perro fue envenenado. «El dueño vio cómo se comía el cebo, que parece ser que era una patata», comenta, y habla también de cómo, por la velocidad en la que aparecieron los síntomas, todo indica a la intoxicación severa. «Además, tenemos las muestras del estómago del perro», adelanta.
Ahora, eso sí, habrá que esperar un tiempo a tener los resultados de los análisis toxicológicos para confirmar las sospechas de los implicados en la investigación.
«Hay que darle la gravedad que tiene, porque no es una tontería lo que ha pasado. La gente que lo ha hecho tiene que temer consecuencias serias», se muestra tajante la veterinaria.
«También está prohibido por ley el azufre famoso, para evitar que los perros hagan pis»
Isabel Martín, presidenta de la Protectora de Animales 'Huellas', lamenta la muerte del animal y recordaba también este martes la muerte de dos perros hace unos años, uno de los cuales, por cierto, había sido adoptado en la protectora.
«Gente desaprensiva hay en todas partes. Y esto no deja de ser un delito. La gente no tiene consideración a la vida ni de las personas, ni de los animales ni de las propias plantas», se refiere Martín también al daño que el echar estos venenos causa en el entorno natural. «Porque todos estos productos tan tóxicos se acaban filtrando en la tierra y son muy nocivos para la salud humana también», alerta la responsable de 'Huellas', con la que Diario de Ávila charla a las puertas del parque precintado.
«También está absolutamente prohibido por ley, el azufre famoso, para evitar que los perros hagan pis», abundaba en sus explicaciones Martín, que «animaba a los dueños de perros a que no provoquen dejando los excrementos en ningún sitio, no siendo que alguien se pueda sentir molesto y acuda a estos gestos que en realidad son un delito».
En este sentido, la responsable de la protectora recordaba cómo la entidad que ella dirige es «partidaria siempre de hacer una política y una campaña en positivo. Es decir, no tanto prohibir sino animar, educar, sensibilizar a la gente de que por favor retiren los excrementos y que limpien los pises. Que es muy fácil.Es llevar una botellita de agua para que se esparza. La bolsita de recogida.... Falta una campaña».