"La comida sana, más cara que la mala"

P.R.
-

Jesús Román, presidente de la Fundación Alimentación saludable, habló en Ávila de los valores de la dieta mediterránea y aconsejó que la solución está en el consumo de los productos de cercanía

Jesús Román momentos antes de iniciarse el acto en el Palacio de los Serrano - Foto: David González

«Hay un problema social grave y es acuciante resolverlo. Y es que la comida sana es mucho más cara que la mala», señalaba ayer en Ávila el presidente de la Fundación  Alimentación Saludable, Jesús Román, que participó ayer en Ávila en  un acto en Ávila, en el Palacio de los Serrano de la Fundación Ávila, con motivo del Día de la alimentación inteligente.

«En este momento está complicado seguir la dieta mediterránea, señalaba Román, mientras se lamentaba de algo que parece increíble, «que en el mes de agosto unos tomates sean más caros que unas croquetas harinosas». Yvaticinó que «si esto sigue en esta situación, el problema con el que nos vamos a encontrar es el que ocurre en muchos otros países. Nos encontraremos con una población pobre con más obesidad y los más ricos mejor salud. Es decir, con una diferenciación por clases sociales, que antes no existía. Comer barato en España era comer bueno... Había fruta, verdura baratísima y el aceite de oliva no era nada prohibitivo. Y ahora estamos en una situación que es precisamente lo contrario».

Alimentación de Cercanía. En cuanto a las medidas que habría que adoptar para evitar esa diferencia de precios, Jesús Román fue lo suficientemente claro: «Hay que promover la alimentación de cercanía». Sostiene que el producto de cercanía es uno de los elementos claves para no encarecer los productos. Y añadió que hay que favorecer «lo que llevamos 40 años diciendo», que hay que promover la educación alimentaria en los colegios, es decir, « que el niño sepa y valore lo que es una alimentación correcta y adecuada, y sea un consumidor de ese tipo de productos y no de comida basura, de comida chatarra, de hamburgueserías y demás». Y añadió una reflexión sobre la necesidad de promover una «conciencia social sobre la importancia d de lo nuestro, sobre la importancia de la dieta mediterránea. Porque cuando comemos dieta vegetariana estamos dando de comer al agricultor que es nuestro vecino. Ese es un círculo que necesitamos valorar, igual que con la bebida. La gente le da por beber whisky y deja de beber vino de la tierra. O se dejará de cultivar cebada cervecera, que es uno de los principales recursos de Castilla y León, por ejemplo de lúpulo de León, que es uno de los productores». En cuanto a los consejos que daría sobre la comida saludable en nuestras vidas, lo que destacó es que debemos centrarnos «pararnos a pensar y hacer la lista de la compra. La lista de la compra es esencial y que sepamos que si no hemos comprado ni fruta ni verdura, pues no podré decir que la fruta y la verdura es buenísima, pero no vas a cenar verdura porque no tienes. Si decimos que el pescado es estupendo, pero no lo compramos, al final no lo comeremos y terminaremos cenando salchichas con tomate». Por ello, concluye Jesús Román, lo más importante es tener un poco de organización y que sepamos, cuáles son los básicos que no nos pueden faltar: fruta, verdura, legumbres, frutos secos, pescado, aceite de oliva...» Para hacer todo esto se requiere «interés. No puedo hacer cocido todos los días porque se gasta mucho tiempo, pero hay garbanzos de lata y botes de judías verdes que no requieren la necesidad de pelarlas. Hay soluciones que hay que adaptar a la vida de hoy, eso es indudable. Pero desde luego, la solución alternativa, que es la dieta anglosajona, no comer juntos, comer cada uno por su cuenta, un bocadillo no sé dónde. Esto ya sabemos a lo que conduce, a la obesidad y a los problemas cardiovasculares y a la pérdida de la cultura tradicional y a la dieta mediterránea».