«Es un lugar precioso y la gente es muy hospitalaria»

E.Carretero
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A sus 30 años Victoria López lleva en Reino Unido trece años. Primero, en Gales, donde estudió un grado superior de fagot, y desde hace nueve años en Escocia donde da clase de música a personas en riesgo de exclusión y toca en varias formaciones

«Es un lugar precioso y la gente es muy hospitalaria»

Pese a su juventud, la abulense Victoria López Paz lleva casi media vida fuera de España. De hecho, de sus 30 años 13 los ha pasado en el Reino Unido. Primero en Gales, donde animada por su madre, a la que le está muy agradecida por darle esta oportunidad, y sin haber cumplido aún la mayoría de edad se marchó a estudiar un grado superior de música como fagotista, instrumento que conoció en Ávila siendo una niña y que comenzó a tocar en el Conservatorio Profesional de Música Tomás Luis de Victoria. Terminados sus estudios en Cardiff, la capital de Gales, nuestra protagonista trasladó a Glasgow para cursar un máster en el Royal Conservatoire of Scotland.

«Mi idea era ganarme un futuro como fagotista», recuerda Victoria el objetivo con el que llegó a Gales, un país donde hay mucha cultura musical, muchas formaciones orquestales y donde, además, trabajar como músico autónomo y compaginar ese trabajo con otros empleos es bastante más sencillo que en España. De hecho, en la actualidad Victoria trabaja como fagotista freelance en varias formaciones y además como profesora de fagot y oboe en el  Big Noise Sistema Scotland de Stirling, un programa de educación musical que surgió en Venezuela en 1975 pero que se ha exportado a muchos países y que busca una mejora social de los grupos más desfavorecidos a través de orquestas sinfónicas y coros. 

«Esta obra social me ha cambiado como músico y como persona», asegura Victoria al hablar de las clases de música que imparte en el Big Noise Raploch de Stirling a personas de grupos desfavorecidos con el principal objetivo de «reducir la marginalidad y la exclusión a través del arte».

Además de su trabajo docente en el Sistema, que le resulta tan gratificante, Escocia, cuenta Victoria, le ofrece «mucha flexibilidad» para trabajar como fagotista en muchas formaciones musicales. De hecho, ella forma parte de  dos formaciones de cámara (Sirocco Winds y Genovia Quartet) y es habitual su participación en orquestas y otras agrupaciones. «Ése es el principal motivo de estar aquí», reconoce esta abulense que se confiesa también una enamorada de la cultura celta, de los paisajes escoceses y de las Tierras Altas. «Es un lugar precioso para vivir y la gente es muy hospitalaria», afirma esta joven abulense que reconoce, eso sí, que la vida en Escocia no es tan idílica como parece porque «los inviernos son largos, oscuros, fríos y terroríficos». Como ejemplo de ese clima poco amable, afirma que mientras hacemos la entrevista por teléfono, durante la tarde del tercer día de julio, lleva puesto un abrigo porque hay «once grados».  

«Vivir aquí puede ser muy duro por la falta de luz y por el clima», apunta Victoria que reconoce que el estar a solo tres horas en avión de España le hace más llevadero estar allí. Por eso, dice, cada vez que viene a Ávila, lo que trata de hacer al menos dos veces al año, «intento aprovechar todo el tiempo que puedo y hacer muchas cosas».