Cuando acaban de cumplirse dos años desde que se denunciara ante los tribunales de Justicia una presunta estafa inmobiliaria de grandes dimensiones, con al menos un centenar de afectados, no se han producido avances significativos en la instrucción del caso, que de hecho continúa en fase de diligencias previas.
Según ha podido saber esta Redacción de fuentes judiciales, algunos afectados han solicitado nuevas diligencias de investigación y el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ávila está tomando nuevas declaraciones a trabajadores de la empresa Navi Blue Inversiones, promotora de Ávila Life, nombre que se adjudicó a la promoción inmobiliaria que, según la publicidad, iba a construirse en la parte de trasera del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles, pero en la que nunca llegó a haber ni un solo movimiento de tierras porque el promotor desapareció con el dinero que, confiados, los compradores fueron entregando. Así, todos los damnificados por lo que parece un engaño han perdido al menos los 3.000 euros que depositaron en concepto de reserva para uno de los 126 chalés con jardín independiente que integrarían la promoción. No obstante, para algunos de ellos las pérdidas superan esa cantidad porque hubo quienes, creyendo que agilizaban los trámites para disponer de aquella vivienda de ensueño, pagaron otros 13.000 euros (10.000 euros más IVA) por el proyecto básico de lo que sería su casa.
Aunque algunos de los afectados han solicitado nuevas diligencias de investigación, el principal investigado -el promotor- continúa en paradero desconocido, lo que hace del todo imposible que se le pueda atribuir ninguna responsabilidad y que, por tanto, responda por el presunto delito de estafa masiva por el que se le investiga. Como ya informó este diario el pasado mes de octubre, en su momento el juzgado número 1 de Ávila emitió una orden internacional de detención tras no darse con su paradero en España, en el domicilio social de la promotora situado en la provincia de Barcelona, pero en los siete meses transcurridos desde entonces continúa sin ser localizado.
Sí han declarado ante el juez otras cinco personas en calidad de investigadas. Cabe recordar que la promoción fue comercializada a través de una agencia inmobiliaria radicada en la ciudad de Ávila (PQ Inmobiliaria) y que, según la documentación que fue entregada a los compradores en su momento, las obras de ejecución de la promoción correrían a cargo de una constructora también reconocida (Vulpix Ibérica). Igualmente, detrás del estudio de arquitectos encargado del proyecto (Sublime Arquitectura) había profesionales conocidos en Ávila.
En los dos años transcurridos desde las primeras denuncias también se ha tomado declaración a los afectados/denunciantes, que creyendo que iban a ser los propietarios de una vivienda de una sola planta, al estilo americano, de unos 130 metros cuadrados situada en una parcela de 600 metros cuadrados en realidad se embarcaron en un proyecto inmobiliario fantasma que, además de las generosas dimensiones de las parcelas, tenía otro de sus reclamos en el precio, ya que el coste total de las viviendas con un generoso jardín rondaba los 200.000 euros.