No hace falta irse muy lejos para contemplar la presencia de muchas familias que viven en una situación de vulnerabilidad y que si no fuese por la presencia de entidades como el Banco de Alimentos, Cruz Roja o Cáritas, entre otras, su situación sería todavía más complicada.
De hecho, en los últimos días se ha conocido datos como los aportados desde el Banco de Alimentos, que estima que ha atendido a 5.000 personas en la provincia de Ávila, y o la ayuda que se presta desde la diócesis de Ávila, cuyo apoyo inestimable en distintos ámbitos de actuación ha llegado a 6.900 abulenses.
Centrándonos en el capítulo del reparto de alimentos, se ha comprobado desde el Banco de Alimentos que el sistema de reparto que se está empleando en estos momentos, tras las novedades introducidas por el Gobierno en este 2024, está haciendo que esos alimentos no estén llegando a muchas familias que lo necesitan, ya que un 30% no han entrado dentro de los criterios de reparto, y la distribución de tarjetas monedero, que es el sistema que se ha articulado, ha sido nula en la provincia de Ávila. Este sistema fue aprobado por el Consejo de Ministros para que las familias vulnerables pudieran canjearlas en determinados supermercados por alimentos u otros productos de primera necesidad, tratando de dejar atrás las 'colas del hambre'. Pero lejos de solucionar el problema se ha agravado en provincias como en Ávila, porque hasta la fecha no se ha repartido prácticamente ninguna, ya que se dirigen únicamente a familias en condiciones extremas de vulnerabilidad con hijos menores de 16 años, lo que deja fuera del sistema a un buen número de familias que antes acudían a esa ayuda.
Esto ha hecho que desde las entidades que se dedican a atender a esas personas se hayan buscado alternativas. El Banco de Alimentos ya llevó a cabo en marzo una campaña de 'Alimentos Solidarios' y la va a repetir para llegar a todas esas personas que se han quedado fuera de esa ayuda.
Una vez más, la burocracia se olvida de las personas, y se discrimina al no atender cada situación de una manera particular, como exigen la mayor parte de esos casos. Por eso, es necesario que ese sistema de tarjetas monedero se perfeccione, y si las comunidades autónomas asumen su competencia, como ya tendría que haber ocurrido porque ellas mejor que nadie conocen esas situaciones particulares, es necesario que esas ayudas lleguen a todos los que lo necesitan. Como también será fundamental que la Ley de Prevención del Desperdicio Alimentario, que entrará en vigor en 2025, sea muy precisa para evitar que se pierdan alimentos, y al menos esté garantizada la alimentación para toda la provincia.