Lo que comenzó de forma tímida, pero con un resultado espectacular, a raíz de un taller de manualidades con materiales reciclados se ha convertido ya en una tradición en San Esteban del Valle que este año otra vez luce decoración navideña sostenible. De nuevo un grupo de mujeres de este municipio de las Cinco Villas han sido las encargadas, como ya hicieran en 2016 de forma pionera en nuestra provincia, de confeccionar los adornos y decoración navideña que durante estas fechas y con motivo de las fiestas de Navidad y Reyes cuelgan de las calles de este pequeño y bello rincón del Valle del Tiétar. Una decoración que un año más apuesta por la sostenibilidad, como confirma la alcaldesa de San Esteban del Valle, Almudena García Drake, y que este grupo de mujeres, entorno a una quincena de forma estable aunque en momentos puntuales han sido más, ha ido realizando desde mediados del mes de septiembre.
Botellas de agua, de gaseosa, cartones de leche y, sobre todo este año, tapones, de todos los tamaños y colores y que se han pedido 'prestados' a la mancomunidad del Bajo Tiétar, han dado forma a la decoración navideña que desde la pasada semana se puede ver en las calles, plazas y casas del centro de San Esteban del Valle. Una decoración que apuesta un año más por las tres erres (reciclar, reducir y reutilizar) y que de nuevo sorprende por su originalidad y vistosidad.
Un trabajo del que, además del resultado, que salta a la vista y que convierte a San Esteban del Valle en un destino obligado para quienes quieren disfrutar de la Navidad y hacerlo a través de propuestas originales y diferentes, también destaca la alcaldesa el hecho de que son vecinas del pueblo quienes de forma desinteresada se ponen cada año manos a la obra para que su pueblo luzca precioso en Navidad. Un trabajo al que dedican de media tres horas todas las tardes y en el que cuentan con la colaboración del Ayuntamiento, que pone a su disposición tanto el local en el que se reúnen a diario como el material necesario para unir, pegar o completar adornos. «Pero son ellas, las mujeres, las artífices de esta decoración», insiste García Drake en destacar la implicación de estas vecinas con el pueblo que no solo decoran de forma sostenible en Navidad sino también en otros momentos importantes a lo largo del año como son las fiestas patronales de febrero y las de agosto. Además del trabajo que realizan para embellecer el pueblo y animar aún más las distintas fiestas, la alcaldesa destaca el papel socializador de esta actividad que además mantiene activas a estas mujeres en un pueblo donde en invierno no existen muchas alternativas de ocio. Es más, cuenta la alcaldesa que tan conscientes son los vecinos del trabajo que realizan estas mujeres, y tanto se valora su esfuerzo, que la decoración se respeta tanto que hasta ahora la misma nunca ha sido objeto de actos vandálicos ni se ha retirado o dañado ningún adorno.
Todo empezó, recuerda la alcaldesa, hace siete años a raíz de que el Ayuntamiento organizara un taller de manualidades con material reciclado que animó a las mujeres que participaron en el mismo a empezar a elaborar la decoración navideña y sostenible que San Esteban del Valle ya lució aquel año en una iniciativa pionera en nuestra provincia que llamó mucho la atención y que no solo se ha mantenido sino que también han emulado en otros municipios. Es más, cuenta García Drake que en la zona ya son varios los pueblos que tiran de imaginación y de materiales reciclados o sostenibles para decorar sus calles en Navidad, lo que en un futuro, apunta la alcaldesa, podría dar lugar a un ruta navideña muy interesante.
De momento la decoración navideña de estos municipios se puede visitar de forma independiente y en el caso de San Esteban la visita es mejor realizarla durante el día ya que los adornos carecen de iluminación. Unos adornos que ya reciben al visitante a la entrada del pueblo, desde el parque de Cuatro Caminos, y que prosiguen por la calle principal, la de San Pedro Bautista, al final de la cual se ubica el pino, para continuar en la Plaza del Pilón y calles aledañas donde estrellas elaboradas con tapones, bolas de bricks de leche y o caramelos con botellas de agua colgando de los árboles recuerdan que ya estamos en Navidad.