En algunos casos era más que obvio, en otros, no tanto, pero lo que es una realidad es que en esta semana los técnicos y personal del servicio municipal de jardines han revisado el arbolado de San Antonio y han decidido retirar todo aquello que pudiera suponer un problema. Además de podar ramas han talado algunos ejemplares, grandes y pequeños, por el hecho de que «podrían suponer un peligro para los viandantes». De hecho uno de los árboles que se ha retirado y que se encontraba en el propio jardín pero justo en frente del pinar de San Antonio llevaba muchos meses mostrando signos de estar muerto. En otros casos la situación no era tan palpable, pero ha terminado con la tala igualmente: es el caso de dos grandes ejemplares situados muy cerca del polideportivo y de la nueva zona acotada para perros.

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