De ruta por las casonas nobiliarias de Arévalo

M.R
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Guiadas por el cronista oficial, Ricardo Guerra, las visitas nocturnas a la capital de La Moraña recorrieron las casonas nobiliarias de la villa con la asistencia de casi 300 personas

De ruta por las casonas nobiliarias de Arévalo

Casi trescientas personas acudieron en la noche del viernes a la visita nocturna al patrimonio arevalense, que este año recorrió las casonas nobiliarias de Arévalo bajo el título de 'Un patrimonio olvidado' y que se repetirá el 18 de agosto. Se trata de un clásico del verano cultural de la capital de la Moraña que alcanza ya su edición número 38 y que sigue contando con una destacada respuesta del público. 

El cronista oficial de Arévalo, Ricardo Guerra, fue el encargado de guiar la visita, como en años anteriores. Se comenzó la ruta en la plaza de El Salvador, donde tras una introducción histórica que ponía en contexto esta arquitectura civil, en su mayoría del siglo XVI, la visita hizo su primera parada el palacio de Cárdenas, restaurado por iniciativa privada, de la que destaca su magnífica portada blasonada y el precioso patio de arquerías en dos niveles. Desde allí, por la calle Larga, se detuvo la visita en la fachada del edificio de las Milicias Concejiles y en la del palacio de Gutiérrez Altamirano. De pasada, sin llegar a él, se mencionó el palacio de los Ossorio o de la Francesa, para llegar a la casa-torre de los Tapia, más conocido como La Fonda, con su magnífica torre. 

De allí, los asistentes a la visita nocturna se dirigieron a la plaza del Real, donde se apreció la fachada del Ayuntamiento que ostenta una portada de granito procedente de palacio de los Río Ungría. También se detuvieron en la calle de Santa María para admirar dos fachadas magníficas: la de los Ballesteros Ronquillo y la casa-torre de Sedeño, la única que se conserva en sus varias épocas constructivas (torreón mudéjar del siglo  XIII con fachada del XV y la remodelación del siglo XVI). 

De ruta por las casonas nobiliarias de ArévaloDe ruta por las casonas nobiliarias de ArévaloLa ruta guiada por las casonas nobles de Arévalo finalizó en la plaza de San Pedro, con la del General Río Careaga, reformada tras la francesada y que, en su patio castellano, bajo la parra y la higuera, contiene la popularmente conocida como 'Marrana Cárdena', escultura prerromana de una cerda hembra y símbolo del Arévalo antiguo.

No obstante, la visita se despidió en plaza de la Villa alrededor de la media noche con los agradecimientos por la colaboración recibida por la Asociación La Queda, el Ayuntamiento y especialmente al público que acudió a la cita, que cerró el acto con un gran aplauso a guía que tan bien conoce la historia y el patrimonio de Arévalo y con tanto acierto es capaz de acercarlo al gran público.