Cuatro goles del delantero noruego Alexander Sorloth, que además estrelló un balón en el poste, frenaron la marcha triunfal del Real Madrid en el campeonato, pero no fueron suficientes para mantener las opciones del equipo castellonense de competir en Europa la próxima temporada (4-4).
El campeón, repleto de suplentes, tenía el partido en el bolsillo en el descanso, al que se retiró con una cómoda ventaja (1-4) tras una primera parte plena de efectividad en la que destacó el acierto de Guler, pero se vio sorprendido por la salida en tromba del equipo local y por la enorme pegada del atacante noruego, que anotó tres tantos en 11 minutos.
De inicio, el Villarreal, mucho más exigido, buscó decantar el partido de salida con Sorloth como referente de todo su juego de ataque. El noruego estuvo a punto de inaugurar el marcador a los cinco minutos, pero su latigazo desde la frontal del área se estrelló en el palo tras rozar el balón con la punta de los dedos Lunin. El Real Madrid apeló a la paciencia y el toque para bajar las revoluciones y marcar, bajo la batuta de Modric, el ritmo que más le convenía.
Bastó un par de conexiones entre sus jugadores más creativos para que el primer gol llegara sin apenas esfuerzo. Brahim se filtró entre líneas y asistió a Guler, que tras un gran control en el interior del área batió a Jorgensen con un disparo cruzado.
El Villarreal, siempre con Sorloth como faro, intentó equilibrar el partido a base de intensidad y entusiasmo. Mosquera, tras un saque de esquina, estuvo cerca de igualar, pero el Real Madrid, casi sin querer, volvió a golpear a la media hora en su segunda llegada peligrosa. Un centro de Lucas Vázquez, amo y señor del carril, fue rematado por Joselu de cabeza a la red ante la pasividad, de nuevo, de la improvisada defensa local.
El partido parecía resuelto, pero un exceso de confianza de Ceballos en el área permitió a Mosquera asistir a Sorloth, que con un gran tanto de cabeza pareció darle algo de emoción al partido. El campeón ni se inmutó y tejió en los últimos minutos de la primera parte dos nuevas acciones ofensivas que Lucas Vázquez y Guler, aprovechando su dinamismo y libertad de movimientos, transformaron en gol con una facilidad pasmosa para desesperación de la afición local.
Marcelino intentó reconstruir su equipo tras el descanso con un triple cambio. Albiol, Traoré y Coquelin aportaron músculo y experiencia y el equipo castellonense lo agradeció con un nuevo gol de Sorloth, que envió a la red de cabeza un pase de Gerard Moreno. El gol animó al Villarreal, que se lanzó a una ofensiva total liderado por su ariete noruego. Sorloth, en estado de gracia, demostró su poderío físico cinco minutos después al volver a batir a Lunin, ahora con el pie tras un balón a la espalda de la defensa.
El Real Madrid, de forma sorprendente, perdió el control del juego y el balón y permitió al Villarreal correr y creer en una remontada que rozó Sorloth con un remate de cabeza que salió fuera. En plena estampida amarilla, el noruego, ganador de todos los duelos con Rudiger y Militao, volvió a marcar con un disparo cruzado tras una brillante jugada colectiva del Villarreal.
Ancelotti decidió intervenir en el partido con la entrada de Nacho y Camavinga y el Real Madrid volvió a estabilizar el partido para llevarlo a su terreno. Guler, con un disparo de rosca ajustado al ángulo, estuvo cerca de devolver la ventaja a su equipo. Los dos equipos, refrescados por los cambios, se tomaron un respiro, pero fue el Real Madrid, por medio de Rodrygo, el que estuvo más cerca del gol tras una gran acción individual.
La respuesta, cómo no, la dio Sorloth, que se quedó a un centímetro de conectar un cabezazo a escasos centímetros de la línea de gol cuando Lunin estaba batido. También la última fue del Villarreal, ya en el descuento, con un disparo de Traoré que despejó junto al palo el portero ucraniano. El Villarreal, mucho más cansado, no dejó de buscar el gol que le permitiera seguir soñando con Europa hasta el final, pero el Real Madrid resistió para sumar una jornada más a su racha de partidos sin perder