La consejera de Educación, Rocío Lucas, auguró hoy que la Casa de la Ciencia 'María Brava', que el Consejo Superior de Investigaciones Científica (CSIC) pondrá en marcha en Salamanca, se convertirá en "un referente" para la divulgación científica en Castilla y León. La Junta colabora, junto al Ayuntamiento, en la apertura de este nuevo museo que combinará historia, ciencia, arte y vanguardia en un edificio cedido, mediante la firma de un convenio este lunes en el Salón de Recepciones de la Consistorial, a la ciudad por Unicaja Banco.
Lucas subrayó, en declaraciones recogidas por Ical durante el acto de firma, el "papel clave" que desempeñará la futura Casa de la Ciencia, tercer del país tras las de Sevilla y Valencia, como un "espacio de encuentro" entre la ciudadanía y la comunidad científica, "ofreciendo un lugar donde el conocimiento y la historia se darán la mano en un entorno emblemático".
El edificio se plantea como un canal para fortalecer la colaboración con los distintos actores del sistema de I+D+i, "fomentando sinergias y proyectos conjuntos", por ejemplo, de ciencia ciudadana. Entre sus principales objetivos se encuentra no solo aumentar la visibilidad proyección de la investigación que realiza el CSIC en Castilla y León, sino también servir como" punto de encuentro para investigadores, tecnólogos y creadores de la comunidad".
Con un "fuerte compromiso social", la Casa de la Ciencia buscará acercar la labor investigadora al público general, "promoviendo una sociedad más informada y participativa en ciencia", en palabras de la delegada de CSIC en Castilla y León, Mar Siles. Para ello, ofrecerá actividades y talleres educativos y divulgativos de carácter permanente, que estarán adaptados a diversos grupos de edad.
Según Siles, estas actividades se basarán en "el rigor científico, la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente, combinando pedagogía, entretenimiento y divulgación desde una perspectiva cultural", tal y como recoge el acuerdo firmado hoy entre las instituciones y entidades participantes, que da continuidad al protocolo general de actuación suscrito el pasado 14 de septiembre de 2022, en el que se sentaron las bases de colaboración para la creación de este espacio.
El vicepresidente de Organización y Relaciones Institucionales del CSIC, Carlos Closa, destacó la "vinculación con el territorio" que cristaliza a través de este proyecto. "Estamos comprometidos con la investigación de excelencia, pero también buscamos que la ciencia se traslade a la ciudadanía, a las personas, especialmente, a los escolares, que son más receptivos. Y en este deber de difundir el conocimiento, las casas de la ciencia son un instrumento capital", refirió, avanzando que la cuarta estará ubicada en Santiago de Compostela.
Por otro lado, el subdirector Territorial Castilla y León Sur de Unicaja, Alboerto Gurrionero, manifestó que la colaboración público-privada es "clave" para este proyecta y se mostró confiado en que la Casa de la Ciencia de Salamanca "se convierta en uno de los motores de la cultura científica de Castilla y León. "Queremos remarcar nuestro arraigo con el territorio. Este proyecto viene a reforzar, aún más si cabe, la historia de nuestra entidad con la ciudad", refirió.
El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo avanzó que se espera que tenga actividad a principios del próximo año y manifestó que esta actuación "se relaciona" con otras que se vienen desarrollando en la ciudad y que están relacionadas con la ciencia. "Estamos en una Comunidad a la vanguardia en España y Europa en ciencia e investigación con un porcentaje del PIB destinado a I+D+i que debe ser considerado encomiable y Salamanca camina en la misma dirección", remarcó.
El nuevo espacio
La Casa de Doña María la Brava es un emblemático edificio del siglo XV situado en el número cinco de la plaza de los Bandos, en pleno casco histórico de Salamanca, a escasos 250 metros de la Plaza Mayor y que próximamente será reformada. Declarado monumento histórico-artístico, el inmueble fue adquirido y rehabilitado en 2008 por Unicaja para su uso como espacio museístico.
El edificio, de cuatro plantas y con una superficie útil de 1.282 metros cuadrados, conserva la esencia de las casas nobiliarias de la segunda mitad del siglo XV, aunque su interior ha sido completamente remodelado. A lo largo del siglo XX, albergó un liceo escolar y las instalaciones del Colegio Farmacéutico Salmantino.
El nombre de la casa hace honor a Doña María Rodríguez de Monroy, conocida como 'La Brava', miembro de una influyente familia salmantina del siglo XV. Durante la Guerra de los Bandos, en el que distintas facciones luchaban por el control de la ciudad, sus hijos fueron asesinados. En busca de venganza, Doña María persiguió a los responsables, ordenó su ejecución y depositó sus cabezas en la tumba de sus hijos. Este acto marcó su leyenda y la convirtió en un personaje histórico recordado por su determinación y carácter implacable.