"Lo de Valencia me recordó al Líbano"

B.M
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El jefe de Protección Civil El Tiemblo recuerda lo vivido en la ayuda de la DANA, en especial al limpiar un centro de salud

"Lo de Valencia me recordó al Líbano"

La ayuda a Valencia para intentar colaborar tras los efectos de la DANA llegó desde diferentes puntos de la provincia con la coordinación de la Diputación de Ávila. Entre quienes fueron a echar una mano estaba el grupo de Protección Civil de El Tiemblo, cuyo coordinador, José Luis Carretero Serrano, asegura que le «recordó al Líbano» y lo dice por su experiencia como militar. 

Esta agrupación fue en el tercer turno, acompañados de compañeros de Las Navas del Marqués, ARPA y Navaluenga, para actuar en un centro de salud y garajes. Fueron nueve los voluntarios tembleños que acudieron a Valencia con un camión y un vehículo ligero con remolque además de llevar bombas de achique e ir provistos con agua para garantizar su propio suministro «porque allí no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar», explica.

Con toda la coordinación que llegó a través del diputado José Luis del Nogal se decidió que su destino sería Alacuás, donde primero pudieron colaborar en el centro médico junto al Ejército, para ayudar a que se restableciera el servicio sanitario que en ese momento no teníany, por ejemplo, las urgencias se estaban atendiendo en la Policía Local. Allí restablecieron las plantas superiores «porque el sótano estaba completamente anegado de agua», procediendo a la limpieza. Además actuaron en cuatro garajes, siempre siguiendo también las indicaciones del propio Ayuntamiento.

"Lo de Valencia me recordó al Líbano"Lo que encontraron allí fue una situación «dantesca, que me recordaba al Líbano», señala por su experiencia como militar. Pero incluso en tan mala situación puede sacar algo positivo, que la gente se lo «daba todo» cuando ellos no tenían nada «porque lo habían perdido todo». «Nos trataron con mucha humanidad», explica, y pudieron ver los avances, según les decían los propios compañeros de otras agrupaciones que habían estado antes actuando en el propio centro médico. Quizá en la parte negativa es saber que se tardará mucho en recuperar todo aquello, como bien vieron en garajes, algunos de cuatro plantas en los que fue necesaria una ardua labor, que además iba lenta.

Fue un trabajo «físicamente muy duro», ya que salieron de Ávila a las cuatro de la madrugada y en cuanto llegaron a las 10 estuvieron trabajando hasta las 9. A partir de ahí llegó el momento de dormir y al día siguiente continuar con la labor en todo lo que se pudo. Un duro fin de semana que se vio recompensado en que al lunes siguiente se pudo abrir el centro de salud, una semana antes de lo previsto.