En el corazón de Cuevas del Valle se encuentra una tienda (de las de ultramarinos de toda la vida) que, con el nombre de Alimentación Hijos de Roberto Sánchez, se puede considerar prácticamente la 'resistencia' en la localidad. Aunque para el futuro... ya veremos.
Al frente de ella, Francisco y Cecilio Sánchez Gómez, llevan desde los 14 años involucrados en este negocio y, con toda esa experiencia que dan los años, explican que trabajar en un pueblo «es muy difícil porque hay poco futuro» y por el «problema con las grandes superficies que nos destrozan». Tienen su clientela (no se quejan de ella), reconocen, aunque también «falla», formada sobre todo por gente mayor aunque en verano «hay de todo».
Pero a pesar de todo eso, ellos no se irían «nunca» del pueblo porque están «muy bien» y la «tienda nos da alegría, a los que vienen les atendemos y a los que no, no les echamos de menos».
Con lo suficiente para vivir su situación es que se han quedado solos, no hay más tiendas de su mismo tipo. Son «la resistencia», insisten, y lo hacen vendiendo «un poco de todo», incluso, como ahora no hay carnicería, con algunos de estos productos. También hay pan, postres, latas, droguería, licores... o algo de fruta (pero hay una frutería y no se hacen competencia).
Su familia comenzó con una tienda en la calle Real, una época en la que iba su «padre con un carro a por mercancía a Arenas» y «al pan bajábamos con un burro a Mombeltrán a por él», pero ya con el tiempo «hemos ido subiendo» y ahora tienen su tienda en la que ya llevan «unos años» pero donde ya se acercan «al final» del tiempo de trabajo, ya que sus hijos han tomado otros caminos y creen que tendrán que cerrar. «Nosotros vamos a aguantar todo lo que podamos», aseguran, y mientras tanto está la opción de poder venderla. El tiempo dirá.