La madre de Alberto Illescas desciende de Cuevas del Valle y su padre de Talavera. Ellos tenían un bar en Talavera donde Alberto, de pequeño, ponía sus dibujos hasta que un día llegó «un señor de una cerámica» y le invitó a ir a ver qué le parecía. Y allí se quedó, compaginando delineante, hasta que finalmente lo dejó y comenzó con la cerámica.
Lleva en este mundo desde los 13 años, en un oficio donde tiene «un abanico muy amplio» porque hace desde cerámica (aprendió el oficio completo, desde hacer la pieza en torno hasta la decoración) hasta otras disciplinas artísticas.
Su decisión de emplazarse en Cuevas del Valle fue por «aislarse» de lo que había en Talavera porque «era una cerámica muy clásica» y él «tenía otras inquietudes» con las que evolucionar.
Y, así, ahora hace «un montón de cosas, no sólo con la cerámica sino que hago también arte contemporáneo en diferentes formatos». Reconoce que le gusta mucho la pintura pero es la cerámica lo que le permite «hacer en tres dimensiones», aunque también está la escultura, como una fuente que está haciendo de encargo para Santa Cruz.
La pregunta que queda en el aire es cómo mantener este negocio artístico en un pueblo. Pero Alberto lo tiene claro, se puede hacer «muy bien porque el contacto entre las personas es muy cercano». Y por eso no se plantea irse a otro sitio porque allí es feliz porque le conoce la gente, tiene ese contacto personal y una vez «que la gente te conoce y sabe tu labor, una vez que necesitan algo de ti, es fácil comunicarse». Y esto sucede tanto con instituciones como con otro tipo de clientes.
Estar en un pueblo tampoco le quita el contacto artístico, que puede mantener a través de internet «con gente del mismo ámbito» y con visitas, por lo que insiste en que no está aislado y tiene posibilidad de desarrollo profesional con sus diferentes actividades y con tipos de clientes diferentes, desde instituciones a nivel privado, con asociaciones o encargos específicos porque «el 98 por ciento de lo que hago es de encargo», señala. Además de que lo compagina con otras actividades como talleres para niños, como bien se puede ver en el taller que tiene en la parte de arriba de la tienda, con sus colores y el torno donde nace el arte.