«Los vecinos estamos muy enfadados. Ahora tenemos que recorrer cientos de metros para llegar a los contenedores que antes estaban cerca de casa». Este el sentir de una vecina de la zona sur de la capital, uno de los lugares de la ciudad en donde han aparecido, durante varios días, bolsas de basura en plena calle, en donde anteriormente estaban ubicados contenedores que ahora han desaparecido y se han situado más alejados. Por este motivo, desde el Ayuntamiento de Ávila se hace un llamamiento al «civismo» a quienes están dejando las bolsas fuera de los contenedores, se entiende que como medida de protesta.
Entre los cambios que se han introducido en el servicio de recogida de basuras del Consistorio abulense, contrato que se adjudicó a la empresa FCC para los próximos 10 años, se encuentra el cambio de los contenedores antiguos por unos más modernos con una mayor capacidad. De esta manera, los anteriores tenían capacidad para 800 litros, y los de ahora se elevan hasta 3.200, por lo que se ha reducido el número de los contenedores, pasando de 3.011 a 1.968. Esto ha supuesto también un cambio en la colocación de los mismos, que ya ha comenzado en varios barrios de la ciudad, principalmente periféricos, y que ha acarreado una serie de críticas por parte los vecinos, principalmente por la distancia que ahora han de recorrer para depositar los desperdicios en los contenedores correspondientes.
Esta situación no ha sido bien aceptada por algunos de los habitantes de esas zonas, que como medida de protesta, llevan varios días dejando las bolsas de basura en plena calle, en los sitios en donde antes estaban los contenedores ahora retirados. Ante esta actuación, desde el Ayuntamiento de Ávila se hacen un llamamiento a la «cooperación y al civismo». Se reconoce en el Consistorio abulense que «estamos en un momento de cambio, acaba de entrar en funcionamiento el servicio, y todos tenemos que acostumbrarnos. Es imposible contentar a todo el mundo en cuanto a la colocación de los contenedores», afirman fuentes municipales, «nos quejamos porque están lejos, pero también si los tenemos al lado de casa. Creemos que es cuestión de que todos nos vayamos acostumbrando para que todo funcione correctamente».
Desde el Ayuntamiento se informa también de la puesta en marcha próximamente de varias campañas informativas con las que la población tendrá mayores conocimientos de los cambios en la recogida de residuos, y que se espera que pueda ayudar a cambiar estos comportamientos.
Pero además de las quejas por el cambio de ubicación, hay otros vecinos que critican los problemas que supone para las personas mayores, especialmente, el mecanismo para abrir los contenedores y poder dejar las bolsas en ellos. Una lectora de este periódico comenta que tienen «un pedal y una manivela que no hay quien la utilice, yo no puedo. Me pregunto si la utilización de estos contenedores está limitada para personas de cierta edad , porque mucha gente mayor o con dificultad de movilidad no podemos manejarlos, porque los mecanismos son muy pesados». Y otros vecinos denuncian la desaparición de, por ejemplo, contenedores de vidrio, que, en este caso, no es que se hayan movido, sino que, directamente, se han retirado, lo que complica las tareas de reciclaje.