La nueva nave de estampación de Nissan en Ávila, el buque insignia de la reconversión de la factoría, producirá su primera pieza a finales de marzo del próximo año. Ese es, al menos, el objetivo que se ha planteado la dirección de la factoría, una vez que el edificio que el Instituto de Competitividad Empresarial (ICE) de la Junta ha levantado junto a la planta, en el polígono de Las Hervencias, está prácticamente terminado y que su entrega a la multinacional se espera que se produzca a lo largo del mes de octubre, unas semanas después de la última previsión realizada por el Gobierno regional, por los «retoques» de última hora. En su interior, y de forma paralela a esos trabajos, se están instalando las prensas para la fabricación de las piezas de chapa y de las cinco contempladas ya están avanzadas tres. Se espera que el montaje esté finalizado en diciembre para que en el primer trimestre de 2022 puedan empezar las pruebas de optimización de las matrices de las prensas de cara al arranque de la industrialización.
El director de la factoría, Fernando González, trasladó que «el plan es que el 31 de marzo salga la primera pieza» y eso es «inamovible», subrayó, un plazo que coincide con el inicio del nuevo año fiscal. Con todo, también dejó claro que el proceso de industrialización «será largo» y se estima en dos años. De momento hay asignadas 125 referencias diferentes de piezas y eso implica entre 470 y 500 matrices, y «cada matriz se tiene que ir adaptando a esas prensas» y «poniéndose a punto una a una», lo que «costará lo suyo».
Con una superficie total de 24.000 metros cuadrados, la nave de estampación cuenta con una capacidad operativa de un millón de piezas al año, pero el volumen real «dependerá de lo que vaya demandando el mercado de los recambios». De esta manera, cuando esté todo instalado e industrializado la previsión a día de hoy es alcanzar las 300.000 o 400.000 piezas al año.
La viabilidad de la nueva Nissan parece asegurada «y a largo plazo». «El recambio nunca muere, siempre estará vivo» y eso le da una viabilidad a la factoría de Nissan en Ávila que «no tiene en fin; si la fábrica es competitiva, los 450 trabajadores nos jubilaremos aquí», destacó el director, quien también puso el acento en que «no se invierten 50 millones en este proyecto porque nos cae en gracia en Ávila, sino porque hay negocio y hay futuro». Aquí también destacó la «ayuda» de la Junta, que pone el edificio, una aportación que se entiende como clave.
En este sentido, comentó que ya se han invertido 40 millones de euros y la previsión es alcanzar los 55 millones ea finales del 2022, si bien «la previsión es continuar invirtiendo hasta el año 2024».
El compromiso con el empleo también se mantiene. Los trabajadores activos en Nissan a día de hoy rondan los 300, mientras que los 150 restantes se encuentran en el ERTE rotatorio implementado cuando arrancó la reconversión. El plan de Nissan sigue siendo el de recuperar el «pleno empleo» en el año 2024, una vez que la nave de estampación alcance el pleno rendimiento, si bien en 2022 se prevé que los trabajadores puedan rondar los 350, una vez que este proyecto coja ritmo y vayan aumentando los turnos de trabajo y que se puedan implementar nuevas tareas. «La cifra nunca irá a la baja, siempre irá hacia arriba», señaló Fernando González, quien también quiso dejar claro que las cifras cerradas con los sindicatos «son orientativas» y, aunque se intentarán cumplir, dependerán de todos los proyectos que estén implementados en cada momento. «Lo que está claro es que en 2024 estarán los 450 y si es más, mejor».