La espectacular belleza de la sierra de Gredos, como eje central que no quita para que quepan en ella otros paisajes de la provincia no dominados por las montañas, es la protagonista principal de la exposición fotográfica 'Naturaleza y vida' que, organizada por el Club Deportivo abulense de montaña Almanzor, puede visitarse, con innegable placer estético y un cierto orgullo abulense, en la Biblioteca Pública de la Junta de Castilla y León hasta el 7 de febrero.
Son en total 36 fotografías a color (menos son los autores, porque alguno de ellos firma más de una), seleccionadas de entre las miles que han hecho los socios de este Club en sus actividades de montaña, las que narran sin palabras al espectador la grandiosidad y autenticidad de unos parajes que son monumentos naturales que llenan los ojos y de alguna manera también son como sanadores.
El macizo central de Gredos, con la joya que es el circo de la Laguna Grande como principal referente y con el pico Almanzor que da nombre al Club de Montaña a modo de punto de fuga definitivo, marca de alguna manera el ritmo de la exposición, mostrando en todo sus esplendor esos descarnados cerros dominados por el granito y los piornos en diferentes épocas del año, especialmente espectaculares con la nieve que hasta no hace mucho fue 'perpetua' en los puntos más altos y umbríos, en una imagen con esa masa de agua a los pies del refugio convertida en una enorme pista de hielo.
Pero aparte de esas vistas amplias y espectaculares de cerros que tocan el cielo, horizontes increíbles y desniveles de vértigo, caben también en esa selección de fotos detalles de la flora y la fauna que definen Gredos, y alguna concesión al lirismo como esa cabra que subida sobre las ruinas del Refugio del Rey reina en ese monumento al abandono, o esa telaraña a la que la incruenta invasión de minúsculas gotas de agua ha convertido en una delicada y efímera obra de arte.
Es decir, que a la imprescindible fuerza descriptiva que debe pedirse a cualquier colección de imágenes sobre naturaleza que se precie, por eso de dar perfecto y bello testimonio en el lapsus de un instante de realidades inasibles para las palabras, se le suma el enriquecedor lirismo que consigue que esas fotografías trasciendan el mero testimonio para alzarse como discursos llenos de sensibilidad.
Aparte de la celebración compartida de esa belleza y autenticidad que aún conservan la sierra de Gredos y otros parajes naturales de la provincia de Ávila, que algo tiene de reivindicación para que siga siendo igual de limpia y espectacular durante mucho tiempo, se le antoja al visitante pensar que quizás esta muestra tiene también algo de proselitismo del bueno, por eso de dejar entender que si ver esos paisajes deslumbrantes en fotografía ya remueve el alma y la alegra un poco, qué no será poder disfrutarlos de verdad formando parte de ellos, pisándoles con todo el respeto que merecen y sintiéndose parte de su esencia.
La muestra, que es muy recomendable visitar porque nos enseña con orgullo una naturaleza bella y plena de la que los abulenses tienen que sentirse orgullosos, puede visitarse durante el horario de apertura de la Biblioteca, de lunes a viernes de 9,00 a 21,00 horas, y sábados de 9,00 a 14,00.