Kubik, la App de regalos entre varios sin que nadie pringue

E.Carretero
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Jota Aronak, vecino de Navaluenga, es el CEO de una startup que ha desarrollado una aplicación móvil que facilita los pagos compartidos cuando varias personas pretenden regalar a un tercero de forma fácil, evitando que uno adelante dinero

Kubik, la App de regalos entre varios sin que nadie pringue

Después de 35 años en la empresa Antonio, el empleado más veterano se jubila. Todos coinciden en hacer una cena de despedida y en regalarle algo como recuerdo. Otra vez, como pasó antes con la jubilación de Vicente y Milagros y la boda de  Andrés, del regalo se tiene que encargar María porque pese a las buenas intenciones al final todo el mundo procrastina y delega. Y otra vez, como ya le pasó las otras veces, María vuelve a pasar vergüenza al tener que pedir a los compañeros que no lo han hecho que paguen su parte del regalo de Antonio y, además, con suerte irregular porque al final siempre hay alguien que no lo hace o a quien hay que recordárselo tantas veces que termina por desistir bajo la promesa de «es la última vez que me encargo». Terminar con esta ficción, con mucho de realidad, es el objetivo de Kubik, una nueva aplicación móvil cuyo CEO es Jota Aronak, vecino de Navaluenga. 

«A mí me obsesionaban, por decirlo de alguna manera, los pagos compartidos y el hecho de poder compartir fácilmente», comienza a explicar el también publicista y director de cine cómo nació esta aplicación móvil que acaba de salir al mercado y que facilita la compra de regalos en grupo de modo que asegura que todos los participantes ponen la misma cantidad y que, además, pagan, evitando situaciones como la ficcionada al inicio de este reportaje pero basada en hecho reales del día a día.

 Kubik, prosigue Jota Aronak, es «una tecnología que nos ayuda a compartir» el gasto de comprar un regalo en grupo pero que en un futuro, prosigue su creador, también tiene la pretensión de ser una herramienta «para que la gente comparta sus propios recursos y lo que desee».

Kubik, la App de regalos entre varios sin que nadie pringueKubik, la App de regalos entre varios sin que nadie pringueUna de las principales utilidades de esta herramienta es, precisamente, «evitar que alguien se tenga que encargar de adelantar los pagos» cuando varias personas deciden hacer un regalo. De hecho, prosigue este joven que vive a caballo entre Madrid y Ávila, Kubik «funciona como una especie de crowdfunding en el que cuantas más personas se unan, esa cantidad inicial se va dividiendo» de modo que la cuantía que finalmente aportan quienes participan en ese regalo compartido dependerá del número de personas que finalmente se sumen a esa iniciativa partiendo siempre, eso sí, de que cada vez que se crea un kubo se establece una horquilla que fija una cantidad máxima y mínima. 

Kubik, que está recién 'sacada del horno' y ahora mismo en fase de testeo, tiene además una doble vertiente ya que por un lado facilita esas compras y pagos compartidos y, por otro, permite que las empresas  ofrezcan sus productos y servicios para realizar esos regalos compartidos. En su lanzamiento la aplicación cuenta ya con una veintena de propuestas para regalar, la mayoría experiencias, si bien, prosigue Jota, «la idea es que se vaya ampliando el catálogo de regalos» y con ello la lista de proveedores vinculados a esta herramienta. 

«Nosotros queremos llegar a ofrecer un método de pago compartido», explica el CEO de esta Startup que cuenta con un equipo de seis personas al hablar de la doble direccionalidad de esta App que irá ampliando productos y servicios cada semana para regalar a un tercero y también experiencias para realizar en grupo tales como un vuelo sin gravedad en un túnel del viento o una estancia en un hotel burbuja en el que disfrutar de las estrellas desde la cama. 

El funcionamiento de esta herramienta móvil, explica el CEO de Kubik, es «sencillo y muy intuitivo» y empieza cuando alguien se descarga la aplicación, escoge un regalo de los disponibles y decide el mínimo de personas que contribuirán al pago del mismo y que posteriormente recibirán la invitación al Kubo creado con toda la descripción del regalo y su precio. Cuando se alcanza el mínimo de personas establecido los participantes pueden pagar o esperar a reducir aún más el precio si es que se va a sumar alguien más. 

Otra ventaja de Kubik, indica Jota, es que cuando alguien recibe una invitación para participar en un Kubo y la acepta el compromiso de pago es inequívoco porque al aceptar debe introducir una tarjeta bancaria en la que posteriormente se carga la cantidad que cada participante tiene que aportar. «Pretendemos que la gente se comprometa», reconoce el responsable de Kubik que apunta, eso sí, que en el momento de aceptar no se cobra sino que se reserva esa cantidad en la cuenta. «En el momento que se alcanza la cantidad mínima, el promotor puede cerrar el Kubo, se realizan los pagos y ya está», explica Jota que apunta que una vez ocurre eso se envía un código de canjeo que el obsequiado puede validar directamente a la página de la empresa donde se ha adquirido el regalo. 

«Es algo que hasta ahora no existe», asegura Jota al hablar de esta aplicación «intuitiva, de diseño fresco y juvenil» que persigue dar  facilidad para pagar algo entre varias personas sin tener que hacer transferencias unos a otros y que evitará que María termine diciendo eso de «una y no más» la próxima vez que haya que hacer un regalo a un compañero.