La Esperanza se hizo esperar, pero acabó triunfando

Mayte Rodríguez
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Debido a la lluvia, la procesión salió una hora y media más tarde de lo previsto ante la alegría de los hermanos y del numeroso público congregado en la plazuela de San Juan

La Esperanza se hizo esperar, pero acabó triunfando - Foto: David Castro

La Esperanza se hizo esperar, pero mereció la pena la espera porque los dos pasos titulares de la hermandad del mismo nombre acabaron recorriendo las calles del corazón de Ávila, en el que tienen su sede canónica. Eso sí, una hora y media más tarde del horario  previsto, lo que llevó tanto a los penitentes como al numeroso público que se agolpaba a las puertas de la iglesia de San Juan a pensar que había  un riesgo real de que la estación de penitencia del Lunes Santo no pudiera salir a la calle. La seria amenaza de lluvia, que acabó confirmándose, llevó a la junta de gobierno de la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza a reunirse de urgencia varias veces a lo largo de la tarde para posponer hasta en tres ocasiones la salida de la procesión, prevista inicialmente para las siete de la tarde y que acabó saliendo al filo de las ocho y media. 

Para los miembros de la hermandad que aguardaban en el interior del templo el momento tan especial para ellos de acompañar a la Virgen de la Esperanza y a Nuestra Pedro Jesús de la Salud en su estación de penitencia, la hora y media de incertidumbre se hizo larga, a media que pasaba el tiempo los rostros se fueron tensando y los nervios con los que vivieron la espera eran claramente visibles. Con los móviles en la mano, todos consultando la previsión meteorológica al minuto, finalmente los tres aplazamientos acordados por la junta de gobierno resultaron un acierto porque optaron por salir justo cuando el cielo se despejaba en una decisión que fue recibida con júbilo y alegría por los penitentes, que se abrazaron al recibir la noticia.

 Poco antes de las ocho y media de la tarde se abrían las puertas de San Juan y entraban los rayos del sol en el templo, iluminando los ojos agradecidos, algunos salpicados de lágrimas de emoción, de quienes pese a la incertidumbre meteorológica no perdieron la esperanza y pudieron salir a la calle acompañando a sus imágenes.

La Esperanza se hizo esperar, pero acabó triunfandoLa Esperanza se hizo esperar, pero acabó triunfando - Foto: David CastroYa en la calle,  los braceros de Jesús de la Salud  miraban  incrédulos el cielo despejado mientras aguardaban la salida del paso que representa el prendimiento y que, con un esfuerzo colosal, lograron sacar del templo y, a continuación, protagonizar una 'levantá' con la que se dispusieron a repartir salud y esperanza a la ciudad de Ávila, que dedicó un sonoro y contundente aplauso mientras sonaba el himno nacional. 

Tres cuartos de hora después y tras una minuciosa preparación, cuidada al detalle por los braceros que en primer término sacan y colocan el palio a los pies de la iglesia para después colocarse bajo el paso y sacarlo a base de fuerza, salía la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza ante el alborozo y la emoción de los numerosos abulenses congregados en la plazuela de San Juan. Aplausos, vivas dedicados a Nuestra Señora de la Esperanza y la música solemne al son de la que el paso fue bailado por los braceros precedieron a la lluvia de pétalos que recibió la imagen, siempre esperada y que en este Lunes Santo de 2025 lo fue más aún, si cabe.

La Esperanza se hizo esperar, pero acabó triunfando
La Esperanza se hizo esperar, pero acabó triunfando - Foto: David González
El verde esperanza salió a la calle mientras el cielo de Ávila iba oscureciéndose, en un horario más tardío del habitual pero fiel a su cita con el Lunes Santo.