Pablo Serrano

CARTA DEL DIRECTOR

Pablo Serrano


Gente que merece la pena

09/06/2024

Hay quien me ha tildado de catastrofista, por una visión en algunos momentos demasiado negativa de la situación de Ávila. Y la verdad es que, en ocasiones, y creo que eso le pasa a cualquiera, no hay manera de ver las cosas de otra manera. Pero también hay que reconocer que hay momentos para todo, y que también somos testigos en otras ocasiones de vientos favorables.

Si algo merece la pena de verdad en esta tierra, son los abulenses, los más comprometidos y los menos, porque el que menos, ya tiene un nivel de responsabilidad alto. El abulense demuestra sus valores e idiosincrasia castellana, que nos hace en ocasiones algo repelentes –para lo bueno y para lo malo–, como nadie.

Pero no sé hasta qué punto nos creemos que la capacidad del abulense. Muchos antecesores han llegado muy lejos en la historia, y no sé siquiera si estamos lo suficientemente orgullosos de ellos. Plasmo una anécdota reciente: hace unos días estudiaban unos alumnos de Secundaria de Ávila a los Reyes Católicos, y se me ocurrió preguntar: «¿Dónde nació Isabel I?»._El silencio por respuesta. «En Madrigal de las Altas Torres, que por si no lo sabes es un pueblo de Ávila», dije. «¿En serio?», me cuestionaba el estudiante como diciendo que eso era imposible. Hay que creer en Ávila y en los abulenses, los de entonces y los de ahora, porque cada uno tiene algo bueno que aportar.

El tejido asociativo de esta provincia es ejemplar, tanto en la capital como en el medio rural. Con ingenio y altas dosis de esfuerzo muchos han conseguido grandes logros. Basta repasar las páginas del periódico de las últimas semanas para ser testigos de ello.

Y no hay que menospreciar a la masa, al pueblo... porque es tan cierto que las asociaciones sin gente que tire de ellas no pueden llegar a buen puerto, pero si no encuentran el respaldo de la gente, se agotan en sí mismas. Y esto es primordial para continuar adelante y seguir haciendo frente a dificultades.

Si a ello se le añade el apoyo institucional, cuestionado y objeto de polémica en los últimos tiempos por razones presupuestarias, las ciudades y lo pueblos viven, palpitan... Es mentira que a veces sólo hay que dar la palmada en la espalda para seguir con la moral alta, hace falta algo más, recursos y logística, pero también es imprescindible ese respaldo para seguir con ganas de hacer cosas.

Tener una localidad despierta es un ingrediente imprescindible para seguir creciendo, y aquí, en esta ciudad y en esta provincia, hay mucha gente que merece la pena, y que logran que esto, a pesar de las dificultades, siga despierto.