La matanza tradicional del cerdo fue durante muchas generaciones una de las actividades más importantes del invierno en el medio rural, pues se trataba del principal aporte energético anual a la despensa familiar. Hoy en día, esta práctica se ha reducido considerablemente, si bien en pueblos de la provincia de Ávila como Martiherrero decidieron ya hace algunos años ponerla en valor a través de una gran fiesta popular que este fin de semana vuelve a congregar a cientos de personas.

Su alcalde, José Luis del Nogal, explicaba que con la recuperación de la matanza, en la que el municipio es una auténtica fiesta, pretenden revivir «una tradición que en realidad era una forma de vida para pasar el invierno de nuestros antepasados» y destacó fundamentalmente la «participación ciudadana» durante estos tres días, ya que «sin ellos no sería posible». «También intentamos es que haya esa relación intergeneracional de padres, hijos y abuelos , para que los conocimientos de unos permanezcan en los otros durante muchos años», subrayó el regidor, quien comentó que «para ello intentamos recrear el máximo posible este evento realizándolo en tres jornadas, igual que se hacía antes».

El primer día de esta matanza popular, que este año celebra ya su décima edición, fue el viernes, con los preparativos de los diferentes condimentos que llevan los alimentos, como el picado de la cebolla matancera, y una cena popular a la que asistieron unas 200 personas.

La gran fiesta de la matanza popular en MartiherreroEste sábado, día central de la matanza, se llevó a cabo el churrascado y el secado del canal, que fue expuesto para que niños y mayores pudieran ver el proceso. Además, también comenzó la preparación de las morcillas, carnes y chicharrones, mientras las gentes del pueblo y visitantes que se acercaron a Martiherrero disfrutaban de la jornada, amenizada por la música del grupo Turdión, en la que también había venta de productos de la provincia como quesos, miel, rosquillas o panes, y una pequeña muestra de objetos antiguos como la tiradera, la tajadera, los braseros o un taca taca infantil de madera.

Y mientras todo eso ocurría, en una de las carpas instaladas junto al Ayuntamiento una docena de vecinos comenzaba a preparar desde primera hora un cocido para unas 600 personas que todos tendrán la oportunidad de degustar al mediodía. Luego por la tarde habrá chocolatada y una disco móvil con Dj Gabry López para bailar hasta la noche.