El Madrid-Valladolid es el partido que más veces se ha jugado en el Bernabéu en la historia de la Liga. No literalmente, por supuesto, sino en su forma y explicación: un local perezoso consciente de su superioridad, un visitante bien colocado y a veces disfrutando del fútbol y los espacios que el Madrid concede, algunos pitos desde un graderío que ha olvidado que todo se solucionará en un chispazo, ese chispazo que llega (el tanto de Valverde) y goleada en los minutos finales porque en el carrusel de cambios lo que sale desde el banquillo blanco es material de primer nivel, dispuesto a agitar lo que no consiguieron los titulares. Y al final, tres o cuatro a cero. Una de las muchas 'goleadas burocráticas' del campeón en su estadio: un día más en la oficina.

El veterano

Lewandowski tiene 36 años. Lamine Yamal, Cubarsí y Bernal, 17. Pedri, Fermín, Gavi, Balde y otros no han cumplido aún los 22, y el polaco se siente uno más de la 'pandilla': ha comenzado el curso hambriento, dispuesto a redimirse después de una temporada en la que todos dudaron de él, de su compromiso, de su rendimiento… y de su edad. Tras el doblete de la primera jornada, ante el Athletic estuvo pletórico: dos remates a los palos, otro magnífico que sacó milagrosamente Padilla y, finalmente, el gol de la victoria azulgrana. Los grandes 'nueves' conservan su esencia mucho tiempo, incluso mejor aún si los que le rodean podrían ser sus hijos.

Favorito

El Atlético necesita tiempo (y que Simeone al fin dé con una tecla ganadora) para demostrar que es candidato e incluso favorito. Ha mejorado sustancialmente su plantilla con campeones de Europa (Le Normand), del mundo (Julián Álvarez), con un goleador como Sorloth, con un 'pitbull' del mediocampo como Gallagher… Superó con relativa comodidad al Girona en un alarde de velocidad y fondo de armario, justo lo que necesita para meterse en la terna de aspirantes.