Varias han sido las voces críticas con el trazado del carril bici que une el entorno del centro medioambiental de San Nicolás con el ya existente en la carretera de ElEscorial, camino de Naturávila. Algunas de esas quejas han sido por la existencia, así se considera por parte de quienes las realizan, de tramos que suponen un peligro para el potencial usuario del carril, y otras son por las consecuencias que su trazado ha provocado a la hora de modificaciones en el tráfico, en las plazas de aparcamiento y en la movilidad por las calles y aceras.
En este reportaje Diario de Ávila se ha centrado en esas primeras críticas, las que advierten de que se trata de un trazado complicado para los ciclistas porque tienen que sortear algunas dificultades que les hará extremar las precauciones tanto a ellos como a los conductores y a los peatones, y para ello hemos recorrido en bicicleta algunas de esas zonas.
Es cierto que hay puntos en los que los ciclistas pueden pasar por complicaciones, pero también lo es que son intrínsecos a lo que es un trazado urbano de un carril bici que atraviesa rotondas, pasos de peatones y aceras, tramos en los que tendrá que convivir con el tráfico rodado de entrada y salida de vehículos, y también con las personas que en ese momento vayan andando por esas calles.
Circulando por el carril bici de la discordia - Foto: David CastroLas rotondas, por la forma en la que tiene que circular el ciclista por ellas, pegado a la derecha entre los pivotes de separación del carril bici y la acera, sí pueden considerarse al menos como conflictivas, sobre todo a la hora de que el coche proceda a salir de la misma y se encuentre con la presencia de una bici atravesándola en esos momentos. En ese punto tanto ciclista como conductor tendrá que estar muy atentos el uno del otro, teniendo en cuenta que en ese punto la prioridad de paso es de las bicicletas.
Otro punto de conflicto pueden ser los pasos de peatones en el momento en el que el ciclista los intente atravesar, algo que en este caso no se diferencia mucho de un peatón que procede a hacer lo mismo, pero también cuando llegue por la acera a ese paso y se encuentre con peatones que vayan a hacer lo mismo, lo que obligará en este caso al que vaya en la bici a ser más cuidadoso.
Parte del trazado discurre por las aceras conviviendo con personas que irán por ellas caminando. Aquí los peatones deben tener la precaución de dejar el carril libre, como una de las formas más seguras para evitar accidentes, pero en ese punto el ciclista tendrá que medir su velocidad al convivir con los caminantes. Los pasos por las salidas de varios garajes también se antojan como posibles puntos peligrosos, pero esto ya es algo que los peatones tienen que superar en algunas aceras y que ahora el ciclista también tendrá que tener en cuenta sobre todo para moderar la velocidad en el momento en el que llegue a esos puntos.
Circulando por el carril bici de la discordia - Foto: David CastroEn alguna zona, como en un tramo de la avenida Rodríguez Sahagún, el carril pasa muy cerca de un muro de piedra, que hará complicado el circular en paralelo, algo casi imposible, por otro lado, en el resto del trayecto, y que obligará al ciclista a tener cuidado por no rozar bien con la bici o bien con la pierna esa pared.
Un trazado urbano de un carril bici no está exento de posibles complicaciones para los usuarios y también para quienes circulen a su alrededor, y por eso hay que hacer un llamamiento a la prudencia y a extremar los cuidados tanto para el usuario del carril como para quien camine o circule cerca de él. Será cuestión de que unos y otros se vayan acostumbrando para que la circulación se normalice y para que los accidentes se eviten.
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Otro punto serán las complicaciones de tráfico que supondrá el trazado del carril bici con el estrechamiento de algunas rotondas y de algunos accesos a las mismas, lo que seguramente provocará algunos atascos en las horas puntas del día y también se contempla en este punto las críticas de las asociaciones de vecinos, como es el caso de la del Arturo Duperier, que considera que la implantación del carril bici por su zona es perjudicial tanto para la circulación como para el acceso de los habitantes de la zona a sus viviendas. En este punto ya es cuestión de negociación entre asociaciones, vecinos afectados y equipo de gobierno del Ayuntamiento, y ver de qué manera se puede encontrar una solución.