A las cinco y media de la tarde se daba por extinguido el fuego que minutos después de la una de la tarde hacía saltar todas las alarmas en la zona sur de la ciudad.

El incendio, que ha arrasado 15,1 hectáreas (14,6 de ellas, de terreno agricola) así como algúna caseta de aperos de las que hay en la zona, comenzaba en la subida al santuario de Sonsoles, muy cerca de la residencia canina.

Las condiciones del viento, «constantemente racheado y cambiante», estarían detrás de la rápida expansión de las llamas en una zona, por otra parte, cubierta de pasto y muy seca. «Ha soplado tanto de norte, como de sur, como de este, como de oeste», decía a Diario David Sánchez, agente de la Comarca de Ávila de la Sección de Incendios de Ávila, que calificaba como «una auténtica locura los primeros instantes».

Extinguido el incendio de pasto en la subida a Sonsoles - Foto: Isabel García«Al principio soplaba de este a oeste. Luego empezó a soplar de sur a norte. Y luego de norte a sur. De ahí que se haya propagado aún  más», explicaba el agente medioambiental sobre cómo las llamas, que en un primer momento  bajaban hacia Ávila viraban en dirección hacia la zona de El Soto.

Para lograr contener esas llamas, hasta el incendio se han desplazado tres dotaciones de Bomberos de Ávila y también equipos de la Diputación Provincial y de la Junta de Castilla y León (dos agentes medioambientales, dos cuadrillas terrestres, una autobomba, una autobomba y una BRIF, concretamente, la Brigada helitransportada Alfa 1 de Cebreros). De hecho, uno de sus brigadistas daba el susto del día al sufrir un golpe de calor que le ha provocado un desmayo y vómitos.

Para atenderle se ha desplazado al lugar del suceso un equipo médico que ha comprobado que su evolución era buena.

Extinguido el incendio de pasto en la subida a Sonsoles - Foto: Isabel GarcíaAfortunadamente, pues, no hay que lamentar daños personales a causa del incendio. Aunque habrá que cuantificar los daños materiales. Porque las llamas sí que han entrado en algunas de las fincas que se encuentran en las inmediaciones de la N-403.

Las llamas han entrado, por ejemplo, a la finca más cercana a la carretera, propiedad de Martín, que afortunadamente ha logrado salvar la vivienda. «Me han avisado de que se estaba quemando mi finca», ha explicado a Diario de Ávila protegido del humo con una mascarilla. El hecho de tener limpia de rastrojos la finca y los alrededores (precisamente por la posibilidad de que se produjera un fuego) sería la causa, según Martín, de los que los daños no hayan ido a más. 

Todo indica que tampoco hay que lamentar la pérdida de animales, como un caballo que se encontraba en una de las fincas y que los agentes liberaron para que pudiera huir de las llamas.

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