Málaga, Logroño, León, Salamanca, Sevilla o Granada son algunas de las ciudades que, tras recibir numerosas quejas de los vecinos, están modificando sus ordenanzas municipales para tratar de controlar las despedidas de soltero. Desde el control del ruido a medidas más llamativas como prohibir ir por la calle con complementos con forma de genitales en la cabeza, con muñecas de carácter sexual o en ropa interior.
Vecinos, ayuntamientos y empresarios no parecen alcanzar un acuerdo que contente a todos, mientras algunos hosteleros están decidiendo hacer uso de su derecho de admisión, y cada vez son más los que impiden el acceso de estos grupos a sus restaurantes.
Algunos de los empresarios que organizan despedidas de soltero consideran que es «normal» que se regulen estas celebraciones, pero, en cambio, otros opinan que no se deberían «demonizar» ni restringir debido a los beneficios económicos que suponen y porque, además, el centro de los municipios no se tendría que limitar a niños, familias y «turistas culturales».
El presidente de los hosteleros de León, Óscar García, explica que estas prácticas preocupan a su sector, sobre todo a quienes tienen establecimientos en el casco histórico. De hecho, cuenta que en la ciudad hay ya varios locales que han colocado carteles en sus puertas y ventanas en las que dejan claro que prohíben el acceso a estos grupos. Según García, han tomado esta medida para «garantizar el buen ambiente en su interior» y «limitar el acceso» a este tipo de «turismo de borrachera».
En Logroño, uno de los lugares más de moda del norte de España para festejar las despedidas de soltero, algunos bares de la tradicional calle de tapeo -la zona de Laurel- han decidido limitar la entrada debido a «las molestias» que ocasionan a su clientela habitual.
Allí, no se permite desde 2018 que aquellas personas que celebran estas fiestas transiten por las calles con atuendos que no cubran los glúteos y los genitales.
Por su parte, en Granada, una ciudad que se consolidó hace casi dos décadas como uno de los destinos predilectos para despedir la soltería, el Ayuntamiento aprobó en 2009 una ordenanza que incluía multas por conductas molestas como ir con un megáfono por la vía.
Pero estas sanciones no fueron suficientes para los hosteleros, que pidieron un control más férreo de la norma y numerosos locales del centro colgaron carteles anunciando que no atendían a este tipo de eventos. Ahora, el Ayuntamiento ha comenzado una consulta pública para que los ciudadanos presenten las sugerencias con las que modificar el reglamento y evitar que la relación entre la hostelería y estos turistas acabe en divorcio.
Cambios en el reglamento
A raíz de la proliferación de grupos que van en ropa interior o con contenido erótico en la calle, Málaga aprobó en febrero modificar la ordenanza de convivencia para prohibir transitar en ropa interior, con complementos en la cabeza con forma de genitales o con muñecos de carácter sexual.
Mientras, en Salamanca, tampoco se permite utilizar los bienes públicos o mobiliario urbano para fines u objetos distintos de aquellos a los que estén destinados.
En uno de los municipios más turísticos de Almería, Mojácar, desde 2016 no se pueden llevar a cabo despedidas de soltero «obscenas e indecorosas» en las que se «atente contra la sexualidad» con muñecas hinchables u otros elementos similares por la vía pública. Además, si se incumple la normativa municipal, las multas pueden llegar hasta los 1.000 euros.
Y Sevilla ha sido una de las últimas ciudades en anunciar que van a modificar su ordenanza con el objetivo de regular estas celebraciones porque, según expresa el alcalde popular, José Luis Sanz, es un tipo de turismo que «no interesa a la ciudad». Una postura similar al nuevo equipo municipal de Tarifa, en Cádiz, que anunció medidas para atajar las molestias que provocan.