«La vida laboral francesa es más cómoda»

E.Carretero
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Víctor Guadaño Martín es un joven ingeniero aeroespacial de Las Navas del Marqués que hace cinco años marchó a Francia para hacer un máster y que desde 2021 vive en París, una ciudad de la que destaca su amplia oferta cultural y museística

«La vida laboral francesa es más cómoda»

Víctor Guadaño es ingeniero aeronáutico de Las Navas, tiene 26 años y desde 2019 vive en Francia. Primero recaló en Toulouse, capital de la aeronáutica y el espacio, donde llegó sin apenas saber francés para estudiar un máster y desde principios de 2021 reside en París donde trabaja en Dassault Systèmes, una de las empresas de desarrollo de software más importantes de Francia. A la capital francesa, recuerda, llegó aún con las restricciones para viajar que impuso la pandemia de covid, lo que le permitió descubrir un París sin turistas que le pareció «ideal».  Y es que, reconoce, pasear por París prácticamente solo es algo que no ha vuelto a vivir porque París es una ciudad llena de gente.  

Pero además de población, y sobre todo turistas, que quizás en algunos momentos pueden hasta agobiar, reconoce este navero que lo que más le gusta de París es «que es una ciudad donde tienes muchos planes diferentes para hacer». Es más, apunta que cada fin de semana intenta hacer algo diferente y en muchas ocasiones propuestas relacionadas con el arte teniendo en cuenta, dice, «que la oferta cultural y de museos de la ciudad es infinita». 

París tiene «un ambiente muy especial» afirma este navero al hablar de la ciudad que se ha convertido en su hogar y que conoce bien ya que vive en pleno centro. Es más, desde su balcón ve la Torre Eiffel. Y es que, afirma, hasta para encontrar vivienda en la capital francesa ha tenido suerte porque el alquiler en París no solo es carísimo sino que resulta muy complicado de encontrar. Él vive solo en un estudio pequeño, de 30 metros cuadrados. «He tenido suerte», reconoce al hablar de su casa en la capital francesa con vistas al monumento más emblemático de la ciudad. 

Y también suerte, afirma, ha tenido con el trabajo no solo porque le gusta lo que hace sino porque, asegura, «la vida laboral francesa es más cómoda que la española». «Los franceses trabajan para vivir y no al revés», asegura este joven de Las Navas del Marqués antes de hablar de los cerca de 50 días de vacaciones que él tiene al año y que le permiten, por ejemplo, viajar a España con frecuencia. «Cada dos o tres meses», apunta quien de España echa de menos a su familia y también el sol que en París, dice, sale pocas veces. 

Aunque en París ha hecho buenas amistades reconoce que entre su grupo de amigos hay pocos parisinos. «A los franceses, por lo general, los encuentro poco sociables», afirma este navero que sin embargo entre sus amigos de Francia cuenta con jóvenes de muy distintas partes del mundo con los que, curiosamente, y con independencia del idioma materno de cada cual, habla en francés, idioma que apenas sabía hablar cuando llegó a Francia pero que le ha resultado fácil aprender porque, dice, tiene similitudes con el español.