El arte de la tapicería y la decoración

E.C.B
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Tabaré Yáñez continúa el oficio que aprendió de su padre en Uruguay, su país de origen, y desde hace 20 años trabaja junto a su mujer, Marta Elena Vignaroli, en la Tapicería Tabaré, en La Toledana

El arte de la tapicería y la decoración - Foto: Isabel García

Tabaré Yáñez continúa el oficio de tapicero aprendido de su padre en Uruguay, su país de origen, y desde hace veinte años trabaja junto a su mujer, Marta Elena Vignaroli, en un negocio familiar que comenzó fundamentalmente con el tapizado de muebles y que hoy se ha diversificado hacia la decoración, con la fabricación de cortinas y cojines y la venta de telas.

Tras casarse, Tabaré y Marta Elena emigraron a España y recalaron en 2003 en Ávila capital. Un año después abrieron su negocio de tapicería en la calle Félix Hernández, en la zona sur de la ciudad, donde permanecieron nueve años. «Nosotros comenzamos retapizando muebles, sofás y haciendo algunas cortinas de visillo, pero luego fuimos degenerando hasta comenzar a hacer muebles nuevos, cabeceros o sofás, y ponernos también con el tema de las cortinas técnicas y venta de telas, porque tapizamos con nuestras propias telas que adquirimos de proveedores fundamentalmente de Madrid, aunque también tenemos alguno de Elche y del norte, todos de España, no traemos nada de fuera», explica Tabaré, que lleva la parte comercial y administrativa del negocio, mientras que su mujer se dedica a la decoración, pues es quien fabrica los cojines y las cortinas, y a la venta de telas.

En 2012 cerraron esa primera tienda de Félix Hernández y se marcharon a vivir a Tenerife. Pero ese viaje sólo duró un año, pues en 2013 retomaron su actividad en Ávila, pero ya en el local actual de la calle La Moraña, número 7, en pleno barrio de La Toledana.

Aunque durante estos 20 años han tenido, como cualquier negocio, algún altibajo,  como lo demuestra el hecho de haberse tenido que marcharse en 2012 para probar en otro lugar, debido a la crisis de 2008,  por «el poco trabajo que había», reconoce Tabaré que en el momento actual, la tapicería está de moda otra vez, «sobre todo a partir de la pandemia, porque se dio más importancia a la decoración del hogar».

Echando la mirada atrás, recordando aquellos primeros años con su padre en Uruguay, comenta Tabaré Yáñez que la forma de trabajar «ha cambiado, sobre todo en el trato con la gente, pues antes se daban los presupuestos personalmente y luego más tarde a través de correo electrónico, y ahora todos los encargos se manejan por teléfono, a través del Whatsapp».

Igualmente ha variado la clientela y en ese sentido apunta que «ahora trabajamos también para otras empresas de Ávila, sobre todo en la confección de cortinas y cojines y algún mueble, que era algo que antes no hacíamos». Y también destaca que «el cliente de Ávila es clásico, pero también fiel, suele volver».

Así, entre herramientas de tapicería y telas llevan abiertos 20 años y el secreto para Tabaré está, sobre todo, en «tener un poco de seriedad». Y es que, como comenta, «por lo que he visto, aquí se da mucha importancia a cumplir los plazos, no demorar la entrega más allá de lo que se ha acordado». Con esa fórmula, «desde 2013 no nos ha faltado trabajo», asegura.