El  propietario del establecimiento que ha repartido parte de un quinto premio desde Navaluenga, Jorge Peña, estaba en la mañana de ayer tremendamente contento, y es que «¡al fin y al cabo es un quinto premio!» . Un altísimo 88.979 salió de su máquina -porque ellos no tienen décimos sino TPV- y de ahí llevó la suerte al menos a una persona porque ya se sabe que a veces se comparte la suerte.  También por probabilidad y «porque hemos vendido bastante» tenían que dar algo y «¡mira! ha sido uno de los premios con mayúsculas que salen de los bombos instalados en el madrileño Teatro Real». Lógicamente «no tenemos ni idea de a quién le ha tocado» y es que además de «fieles clientes» han tenido como es normal en este municipio muchísimas compras de algunos de los turistas que durante los últimos puentes han elegido Navaluenga para disfrutar de sus días de ocio. «Yo creo -cuenta Jorge Peña- que este año encima he vendido más que otros». Hace poco, recuerda «en uno de los últimos puentes nos pidieron 20 números que se llevaron hasta Sevilla y otros 10, para La Coruña». 

Hasta allí pudo viajar la suerte, pero «¡también se ha podido quedar aquí. Ójala» .

El caso es que este negocio ha tenido ocasión de repartir la alegría. Un bar que primero llevaron los suegros de José Peña, el padre de Jorge, luego al propio José y ahora, lleva un tiempo en manos de Jorge que salía encantado a posar a las puertas de su bar con su madre, Teresa porque «un premio no se da todos los días».