Arte y creatividad en el mundo rural

M.M.G.
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Santa María del Berrocal acoge por segundo verano consecutivo el proyecto artístico El Telart, en el que participarán siete mujeres artistas de distintas procedencias y estilos

Arte y creatividad en el mundo rural

Santa María del Berocal vuelve a ser este verano, por segundo año, un centro de arte y creatividad. Porque la localidad se encuentra acogiendo de nuevo la Residencia de Arte de El Telart: un espacio y un contexto totalmente equipado, donde desarrollar un proyecto de investigación y producción artística. Un punto de encuentro donde intercambiar formas de pensamiento creativas.

Así se describe en su web un proyecto  que tiene como objetivo incentivar la creatividad y la creación artística visual en el entorno rural así como contribuir al crecimiento del sector artístico de la mujer y el conocimiento de la cooperación internacional. Pero, además, pretende ampliar la oferta cultural de Berrocal, dinamizar la conexión entre habitantes y artistas residentes, así como dar a conocer el Valle del Corneja.

Ya el año pasado más de 500 personas pasaron por sus actividades. Y este año ha vuelto a a ofrecerse formación en arte, género, ruralidad y cooperación. Eso sin olvidar las distintas actividades de las siete artistas residentes. De hecho, este mismos viernes, a las 19,00 horas, se inaugurará una exposición que recogerá la obra artística generada durante la residencia.

Una obra de la que serán responsables las siete residentes. Hablamos, por ejemplo, de Rosa aka DORMIDA. Docente e ingeniera en sonido e imagen; amante de la combinación arte&tecnología&género y fiel defensora de la cultura libre.  Se identifica por generar visuales desde 0 mediante el software TouchDesigner y se propone una sola premisa: poder hacer de los sueños una manera de comunicarse; siendo los sueños un lenguaje universal, no-binario y anárquico en el que se vislumbra la utopía. 'Ignoro si esto es la realidad, pero…¿qué es la realidad?'

Para Raquel la expresión artística ha sido su mejor amiga desde que a los dos años empezó a pintar bombonas de butano con tiza. Su especial interés por el arte 'Outsider', la psicología del arte y el arte comunitario, la llevó a fundar en Cuenca el Colectivo de Arte Inclusivo 'Proyecto Despintando'. De carácter multidisciplinar, prioriza la experiencia del proceso creativo y aborda temas ligados a sus propias vivencias con una proyección crítica y social. 

Por su parte, Helena Aikin es profesora de universidad. Le gusta fomentar el pensamiento crítico y la creatividad en su alumnado. Como artista plástica lleva mucho tiempo investigando sobre creencias y símbolos de antiguas culturas de diferentes partes del mundo, que utiliza como fuente de inspiración y recrea en pinturas, esculturas e instalaciones. Le fascinan las representaciones laberínticas que se encuentran en petroglifos, murales y tablillas de muchas civilizaciones ancestrales por su relación con ritos de fertilidad». 

También ha estado de residente Jimena Merino.Ella enfoca su práctica artística en la búsqueda de los diálogos imperceptibles que se producen entre el ser humano y su entorno, en específico en el medio rural. A través de sus piezas muestra la complejidad de las relaciones que establece el ser humano con lo que le rodea. Su obra tiene un enfoque crítico hacia problemáticas que afectan a la España vaciada, pretendiendo incentivar en el espectador una reflexión sobre las dinámicas que adopta el ser humano en su entorno. 

Bárbara Velasco es investigadora, artista multidisciplinar, antropóloga y docente. Como artista trabaja sobre todo el concepto de identidad y memoria con perspectiva de género, a través de diversas técnicas como la fotografía, el vídeo, la performance y la pintura. Desde hace años, su trabajo se ha centrado más en el arte textil, el grabado y la instalación. 

Sandra Ruiz Díaz  reside en Tierra del Fuego (Argentina) y es gestora turística cultural, curadora, escritora, investigadora y artista independiente abocada a temas referentes al Territorio, la Ancestralidad y el Patrimonio. Diseña e impulsa proyectos centrados en la interrelación y generación de públicos para el rescate, desarrollo y conocimiento del Patrimonio inmaterial. 

Y Marina Gil se dedica al ámbito social y lo entrelaza con la música. Consciente de algunos de sus muchos privilegios, escoge vivir con alegría, querer en todas sus formas y crear, siempre que la vida lo requiera, es decir, casi siempre. Es fan de la libertad, el respeto y la creatividad. 

 Todas las actividades se desarrollan en una antigua fábrica textil de 200 metros cuadrados donde las artistas e investigadoras tienen acceso a su propio espacio de creación y a una enorme cantidad de material para reciclar.