La catedrática de Educación de la Universidad sueca de Lund, Inger Enkvist, aboga por aumentar la posibilidad de elección de las familias respecto a la educación de los alumnos, al tiempo que defiende «una pedagogía que incluya clases organizadas por el profesor» frente a esas pedagogías progesivistas o constructivistas que «dicen que el alumno debe buscar su propio material y debe trabajar mucho más de manera individual y en equipo, sin escuchar al profesor ni leer un libro de texto, sino trabajar por proyecto».
Esta reconocida especialista en educación de Suecia y exasesora del Ministerio de Educación en su país fue la encargada de ofrecer la conferencia de clausura del 83 Encuentro de Universitarios Católicos celebrado desde el pasado viernes y hasta el domingo en la UCAV y que reunió a más de 180 participantes.
Enkvist subrayó que «está muy claro que hay diferencias entre chicos y chicas en lo que les conviene como manera de trabajar en el aula», pero frente a la nueva pedagogía progresivista que «sí enseña a trabajar en equipo, pero los alumnos aprenden menos conocimiento», ella defendió «un cambio en la pedagogía normal que incluya las clases organizadas por el profesor porque así, tanto los chicos como las chicas, aprenden mucho más».
También señaló que «debería haber más elección, porque cada alumno es diferente y tiene diferentes habilidades, y muchas veces es cruel colocarlos a todos en la misma situación». Seguramente todos los adultos queremos lo mejor para los jóvenes, pero entonces tenemos que abandonar lo que se llama 'una talla para todos' porque tampoco vale para la educación».
Inger Enkvist estuvo acompañada por la rectora de la UCAV, María del Rosario Sáez Yuguero, quien destacó la preocupación existente por que «estamos asistiendo a un declive por no saber dónde vamos y , sobre todo en nuestro país, por la enorme politización que existe en la educación, que se utiliza como una forma de ideologizar a los alumnos». También habló de «la pérdida del esfuerzo, de la autoridad del profesor y de la utilización de la memoria» que llevan a que, por ejemplo, no haya mujeres ni hombres ingenieros porque «no hay hábito de estudio».
El lema de este Encuentro de Universitarios Católicos fue 'La diferencia tiene un plus' que, como señaló su organizadora, Miriam Ramos, «hace alusión a un problema muy concreto de nuestro tiempo que es el miedo al discurso de la diferencia, y ese miedo se debe a un concepto de igualdad y de justicia mal entendidos, que es el que hace que para algunos hablar de la diferencia sea algo sospechoso y algo que haya que someter a la inspección».