Los niños acompañan con sus palmas a 'La Borriquilla'

E.C.B
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El viento no impidió que cientos de personas presencieran el recorrido procesional de la 'Entrada de Jesús en Jerusalén' y la Virgen de los Infantes desde la Catedral hasta San Antonio

Los niños acompañan con sus palmas a 'La Borriquilla' - Foto: Isabel García

La procesión de las Palmas puso la nota de color a un Domingo de Ramos marcado por el viento, que no impidió a cientos de personas acompañar al desfile procesional más alegre de la Semana Santa, animado con la presencia de cerca de un centenar de niños. Ya antes de la salida de la procesión, que llegó tras la eucaristía de la Catedral oficiada por el obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, que tuvo palabras de recuerdo hacia los ucranianos y pudo saludar a un grupo de ellos asistentes a la misa, las calles más céntricas de Ávila se llenaron de gente con ramos y palmas para acompañar a la comitiva.

Como grandes protagonistas de esta procesión estuvieron los niños, cerca de un centenar procedentes de diferentes colegios, cofradías y grupos de catequesis de la ciudad, a quienes se invitó a participar y que se encargaron de abrir la comitiva no solo con su presencia y los ramos sino también con varios carteles en los que se podía leer `Batid palmas al Señor porque es bueno' y `Siempre es tiempo de caminar'. Emprendían así la salida desde la Catedral para recorrer diferentes calles de la ciudad en una procesión que termina en el convento de San Antonio. Se seguía así, un año más, la tradición de los años 50 y 60 del siglo pasado por la que invitaba a los niños de los colegios a participar en la misma.

Esta procesión, organizada por los Padres Franciscanos, con la colaboración de la Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli y Juventud Antoniana, recrea la entrada de Jesús en Jerusalén a lomos de un burro y en la misma participaron los miembros de la Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, unos con hábito morado y capa amarilla y otros con hábito morado y capa castellana en blanco, y la Juventud Antoniana, con su hábito marrón y capa blanca.

Buena parte de las miradas del público fueron sin duda para los pasos, la popularmente conocida como Borriquilla, que en realidad es la 'Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén', una pieza de 1944 de Talleres de Ar te Cristiano de Olot, y portada por la Juventud Antoniana, Nuestra Señora de los Infantes, una pieza anónima del siglo XIX.

La nota musical la puso un año más la Agrupación Musical de la Oración en el Huerto y la Santa Vera Cruz de Medina del Campo con su tradicional sonido de gaitas. No faltaron en la procesión tampoco representantes de parroquias, sacerdotes y autoridades, así como miembros de otras cofradías abulenses. Y cómo no, los abulenses, muchos de ellos situados en la puerta de la Catedral para poder ver la salida de la procesión, aunque también hubo una importante afluencia en la plaza de Santa Teresa, uno de los puntos más abiertos por donde pasa esta comitiva.