LA libertad que dan las dos ruedas, el disfrute del paisaje y la sensación inigualable que dejan las curvas de las sinuosas carreteras de la provincia son alicientes de ir en moto que, este sábado, volvieron a ponerse en juego en la Ruta Motera de Martiherrero. Una propuesta que llegó a su novena edición y que sigue creciendo, al reunir a unos 120 participantes dispuestos a disfrutar de su afición, del compañerismo y del Alberche, uno de los paraísos abulenses para los motoristas.
Un recorrido que se inició, como no podía ser de otra manera, en Martiherrero y que, tras pasar por el puerto de La Paramera, les llevó en dirección a Navaluenga, Burgohondo y Navarredondilla, donde tuvo lugar la parada para el aperitivo. Luego tocaba emprender la vuelta, tras una ruta de cerca de 120 kilómetros y dos horas de duración en la que disfrutar del paisaje de la sierra y de un día estupendo en compañía de los amantes de las dos ruedas. La comida tuvo lugar en El Porvenir del pueblo anfitrión, no en vano uno de los objetivos siempre pasa por «dinamizar el municipio» en verano, según apuntaba el alcalde de Martiherrero, José Luis del Nogal, minutos antes de subirse a la motocicleta.
Y es que la iniciativa parte de la agrupación local RM 2024 y cuenta con la colaboración delConsistorio y la Diputación, dada la afición existente en Martiherrero por las motos. Una pasión que poco antes de las diez de la mañana ya se dejaba notar en una localidad volcada con sus 'moteros'. Tras coger fuerzas con un buen desayuno y formalizar las inscripciones de última hora, tocaba subirse a la moto y empezar a hacer rugir los motores, en un ambiente festivo de los que hacen afición. Muchos participantes son del pueblo pero también se sumaron amigos ya veteranos de Ávila y de fuera y otros nuevos, como Emilio y Valentín, que con sendas Harley Davidson, cada una en su estilo, participaban por primera vez y se llevaban buena parte de las miradas de los curiosos. ¿Qué os dan las motos?, les preguntamos. «Mucha vida y libertad» fueron dos de las respuestas. Casi nada. Por cierto, que tras la comida iba a tener lugar la actuación musical de Generación 2.0 y el sorteo de los regalos y experiencias cedidos por los patrocinadores.