La gestación subrogada desata la polémica en Ávila

Mayte Rodríguez
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A raíz de un curso de verano que aborda el fenómeno, el Movimiento Feminista de Ávila lo califica de «lavado la imagen de los vientres de alquiler» y la UNED habla de «técnica reproductiva» y necesidad de más regulación en España

El Movimiento Feminista de Ávila se concentró a las puertas de la sede de la UNED durante la celebración del curso. - Foto: Isabel García

Cuarenta personas, la mayoría online,  están matriculadas en el curso de verano de la UNED titulado 'La gestación por sustitución como Terapia de Reproducción Humana Asistida y los distintos modelos de familia', que dio comienzo este lunes en Ávila no sin polémica. Para empezar, el Movimiento Feminista de Ávila convocó una concentración a las puertas de la sede de la UNED mostrando una pancarta en la que se leía 'La gestación subrogada violenta el cuerpo de mujeres empobrecidas'. De esta forma, mostraba su rechazo a la práctica en sí, tachándola de «ilegal dentro de nuestro ordenamiento jurídico», considerándola «una forma de violencia machista y también contra la infancia», sobre todo porque se vale de «las mujeres más vulnerables de los estratos socioeconómicos», principalmente «poniendo en contacto a madres gestantes de otros países que tienen una necesidad económica real» con familias que no pueden tener hijos, explicó Laura García, que ejerció como portavoz de las personas allí concentradas. También criticó que sea la Universidad Nacional de Educación a Distancia la que oferte este curso dentro de su programación estival: «Al traerlo al ámbito académico y científico se intenta hacer un lavado de imagen, se presenta como una técnica más a la hora de poder llegar a tener un bebé a través de técnicas de laboratorio, pero no es una técnica más, son vientres de alquiler», argumentó García. 

Sin embargo, la directora del controvertido curso, la profesora de Derecho Procesal de la UNED María José Cabezudo, defiende la gestación por sustitución como «una técnica de reproducción humana asistida nos guste o no», afirmó en declaraciones a esta Redacción. «España la regula como técnica reproductiva», subrayó, al tiempo que negaba que sea una práctica ilegal en España como sostiene el Movimiento Feminista. «El artículo 10 de la Ley de Técnicas de Reproducción Humana Asistida dice que el contrato que hipotéticamente firmarían en España la mujer gestante y los padres de intención es nulo y nulidad no significa ni delito, ni ilegalidad ni  prohibición, no es sancionable desde ningún punto de vista», defendió. Preguntada en este punto por qué no se practica la gestación subrogada en nuestro país, aseguró que «se puede hacer» precisamente porque esa «nulidad no despliega efectos» legales. Si bien, admitió que si la gestación por sustitución no se hace en España es «porque no hay ninguna garantía, por eso nadie lo hace», dado que hasta la fecha «no se ha regulado cómo tiene que hacerse el procedimiento», puntualizó. 

No obstante, la profesora de Derecho Procesal de la UNED y directora del curso considera necesario  «avanzar en esto porque», dijo, «se nos llena la boca hablando de la diversidad familiar para todos los colectivos (homosexuales, lesbianas, etc.) y esto llevado a sus últimas consecuencias pasa por reconocer la gestación por sustitución» en la legislación española y regular el procedimiento al detalle. 

El curso 'La gestación por sustitución como Terapia de Reproducción Humana Asistida y los distintos modelos de familia' se prolongará hasta el miércoles y en el mismo participan como ponentes juristas, médicos, antropólogos, psicólogos y otros expertos.  

Pese a la controversia generada por el rechazo público del Movimiento Feminista de Ávila, la directora del curso defendió su celebración: «Ésto no es una clínica, aquí venimos a hacer divulgación de nuestro trabajo universitario, en la Universidad aparte de hacer docencia hacemos investigación y aquí trasladamos a la sociedad lo que hacemos», explicó a petición de los medios.

Ambas visiones de una misma realidad son, desde luego, contrapuestas y este lunes quedó patente en Ávila. Una muestra de la controversia que la gestación subrogada despierta en la sociedad.