El Barco de Ávila inauguró este viernes las obras de rehabilitación del Castillo de Valdecorneja, uno de los grandes monumentos históricos de la provincia de Ávila. Lo hizo con un acto con mucho de festivo que incluyó un pasacalles desde la Plaza de España amenizado por la Banda Municipal de Música y el Grupo de Jotas Barcense. Aunque las obras ya habían terminado hace algún tiempo, la inauguración, como explicó la alcaldesa barcense, María del Pilar Araoz, se había pospuesto hasta justificar el Ayuntamiento ante el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana la subvención, de 600.000 euros, que en su día el consistorio barcense, en manos entonces del PSOE, recibió del Gobierno para ejecutar estas obras. Sin embargo, explicó Araoz durante la inauguración, el presupuesto inicial de estos trabajos, estimado en 900.000 euros, finalmente fue mayor y se elevó hasta los 1,2 millones de euros aproximadamente. «Cuando llegué a la Alcaldía hace una año las obras estaban muy avanzadas», reconoció la alcaldesa que sin embargo, dijo, tuvo que hacer frente a ese incremento presupuestario. «El Ayuntamiento no contaba con ese dinero. Tuvimos que buscarlo y buscar financiación», explicó la regidora durante la inauguración y antes de apuntar que «después de mucho trabajo y esfuerzo de los funcionarios municipales y la corporación municipal» se consiguió y el ayuntamiento pudo abonar los pagos pendientes el pasado mes de mayo y «por fin» el Ministerio aprobó la justificación de la subvención.
Además de miembros del equipo de gobierno y de la corporación municipal, a la inauguración de las obras de consolidación y rehabilitación del Castillo de Valdecorneja asistieron representantes de otras administraciones, entre ellos el diputado provincial de Cultura, Javier González.
Tampoco faltaron a esta inauguración los secretarios General y de Organización del PSOE, Jesús Caro y Yolanda Vázquez, respectivamente, y lo hicieron recordando que estos trabajos, que han «supuesto una inversión de un millón de euros, el 70 por ciento costeado por el Gobierno de Pedro Sánchez, fueron impulsados por los socialistas de El Barco de Ávila, que han gobernado el municipio en las dos legislaturas anteriores y que ayer vieron hecho realidad su anhelo de recuperar un monumento a cuya puerta llaman el 95 por ciento de los turistas que se acercan a la localidad».
El Castillo de Valdecorneja se inaugura tras su rehabilitaciónRecuerdan desde el PSOE que este proyecto de rehabilitación del Castillo de Valdecorneja, declarado BIC, incluye un remozado escenario, la recuperación de su Torre del Homenaje, una sala de exposiciones y la apertura a las visitas del adarve de la muralla.
«Estos trabajos son un ejemplo de la importancia de la figura del 1,5% Cultural, hoy elevada al 2%, y el premio a la excelente gestión municipal llevada a cabo por nuestros compañeros de El Barco de Ávila», señaló Jesús Caro, recordando desde el PSOE que el citado porcentaje cultural es una medida contemplada en la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, que establece la obligación de destinar en los contratos de obras públicas una partida de al menos el 1% a trabajos de conservación o enriquecimiento del Patrimonio Cultural Español o al fomento de la creatividad artística, con preferencia en la propia obra o en su inmediato entorno. En 2014, ese montante aumentó al 1,5% y, en 2021, al 2%.
El PSOE, tal y como recuerdan desde esta formación política, de El Barco solicitó en mayo de 2020, en plena pandemia, la inclusión del Castillo de Valdecorneja entre las actuaciones subvencionables ese año. En diciembre de 2020, la Comisión Mixta del 1,5% Cultural, compuesta por representantes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y el Ministerio de Cultura y Deporte elevaba la propuesta al Mitma y ésta era aprobada. La adjudicación de las obras tuvo lugar en el verano de 2022.
Este castillo, además de escenario cultural para múltiples eventos en el municipio y comarca, es un faro turístico que atesora una historia que se remonta al siglo XII, y que adquiere su máxima relevancia en el siglo XIV.