El chambergo, el gorro Ros, el gorro isabelino, el Tarbuch de Regulares, las gorras de plato, la boina, el salacot de las unidades del Sáhara o el tricornio son solo algunas de las prendas militares de cabeza que pueden contemplarse en la exposición itinerante 'Enredado en mi cabeza' que lleva más de 13 años recorriendo la geografía española, con más de 60 espacios y más de 120.000 visitas, y que desde este jueves y hasta el 27 de enero puede contemplarse en el Palacio Los Serrano de Ávila.
La muestra, impulsada por la Subdelegación de Defensa de Ávila, cuenta con más de 200 piezas (gorras, boinas, viseras, cascos…) utilizadas actualmente por las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, que se complementan con pequeñas estaciones que muestran parte de la historia militar. Una colección particular perteneciente a Julio Presencio Peña, teniente del Ejército de Tierra en situación de reserva, quien recibe aportaciones de compañeros y amigos y de otras personas interesadas en la difusión de la cultura militar, incluida la donación de las prendas particulares de los Jemad y otras autoridades militares anteriores y actuales.
En ella se pueden descubrir curiosidades como de dónde proceden expresiones como 'mandar a la porra' o 'echar con cajas destempladas', cuál es la unidad militar más antigua de Europa, así como decenas de datos históricos.
Un viaje por las prendas de cabeza de las Fuerzas ArmadasTodas las prendas expuestas son reglamentarias actualmente y por tanto están en uso en las diferentes Unidades militares, tanto del Ejército de Tierra como de la Armada, del Ejército del Aire y de la Guardia Civil.
«Hay que borrar de la cabeza que sea una colección, porque es un proyecto de difusión de nuestra cultura de defensa, que es mi única pretensión, que llegue a todos los sitios», subrayó el teniente Presencio, que acudió a la inauguración de la exposición acompañado por el subdelegado de Defensa de Ávila, el coronel Álvaro Capella.
Presencio Peña explicó que «se nutre de las aportaciones desinteresadas de este material que toda persona, civil o militar, interesada en la cultura de defensa quiere aportar, y así es como comenzó. Precisamente era una idea más pequeña, de ámbito más local en Valladolid, pero empezó a crecer hasta tal punto que ya se hacía pequeña la ciudad y tuvo que expandirse al resto de España, con esa proyección itinerante».
También comentó el 'padre' de esta exposición que detrás de cada una de las prendas existe una historia importante y la historia de este país no es cualquier cosa y curiosas son todas. Sí es verdad que una de las más llamativas es el gorro Ros, con el que se ha visto a la princesa con el uniforme de la Academia General Militar, que destaca por su pluma tan llamativa y por su antigüedad, pero no se puede destacar ninguna porque la historia de cada una es importante».