Carlos Soria ya está rumbo a Nepal, a Katmandú. Un largo trayecto. Ya lo conoce a la perfección. El veterano montañeros abulense –84 años– lo ha repetido en innumerables ocasiones. Lo hace una vez más, quizás la última –«ya está bien»– en su larga trayectoria, pero como siempre lo hace cargado de ilusión. «Parece que es la primera vez que me voy» reía el abulense pocas horas antes de emprender rumbo, de nuevo, al Dhaulagiri, el 'enésimo' intento de conquistar un ochomil que se ha convertido en su mayor deseo.Nada se le ha resistido tanto como este coloso de 8.167 metros, a cuya cumbre tantas veces se ha acercado pero nunca ha hollado. Es el penúltimo ochomil del planeta –junto al Shisha Pangma– que le queda para alcanzar ese reto particular de ser la persona de mayor edad en haber conquistado los 14 ochomiles.
Y como en las últimas ocasiones, Carlos Soria tratará de hacerlo posible sin la ayuda económica de nadie. «Como últimamente, no tengo ninguna gran empresa que me ayude. Algún amigo me echa una mano pero...» lamenta el veterano montañero abulense, que en los últimos años no ha encontrado el respaldo de los patrocinadores que otras veces tuvo. Hasta este momento han sido meses de buscar apoyos económicos, de prepararse físicamente pero también de superar un problema de salud –pasó por quirófano– que finalmente quedó en un susto pero que le ha llevado a pasar un mes y medio complicado. Pese a todo «estoy perfectamente, bien entrenado».Siempre ha tenido claras las cosas. «Si no me veo en condiciones, no voy» dice siempre el abulense guiado por la prudencia, siempre su mejor compañera.
Esta vez no podrá contar en la expedición con el apoyo de su amigo Luis Miguel López Soriano pero no faltará la compañía de Sito Carcavilla, siempre a su lado. No estarán solos. Les acompañan un fisioterapeuta –Isidoro– que permanecerá en el Campo Base y dos amigos –«vamos con buena compañía»– de Carlos Soria que completarán el siempre habitual y ya tradicional trekking por el Valle del Khumbu.Serán las dos primeras semanas como «entrenamiento y aclimatación» para la expedición.
Serán cerca de 15 días de aclimatación hasta llegar al Campo Base del Dhaulagiri.A partir de ese momento, se verá. «Esperemos que la montaña se encuentre en buenas condiciones a finales de abril e inicios de mayo», que son las fechas aproximadas para abordar el ataque a la cumbre. Pero esté como esté la montaña «hay que estar allí. Si no estas allí no subes».
Nuevo intento de hacer posible una cumbre que lleva intentando desde 1998. «Siempre voy con ganas, ahora muchas más. Nunca he ido desganado. Siempre lo digo últimamente pero creo que es mi última oportunidad de subir al Dhaulagiri. Creo que ya está bien. Vamos a utilizarla bien utilizada. Vamos a llegar a esa cumbre tan deseada y que tantas veces se nos ha quedado tan cerca y no ha podido ser». Necesitará la suerte que otras veces se le ha negado. «Hay que tener suerte para conseguirlo pero seguro que en esta ocasión la tenemos». Se lo merece.
Nuevo intento en una larga historia
De nuevo el Dhaulagiri. No podía ser otro. Un ochomil que se le ha resistido –éste es el 15º intento– desde que en 1998 se acercó por primera vez. Desde entonces, le ha ocurrido de todo. Lo volvería a intentar en el 2001. Una expedición con un final trágico junto a Edurne Pasabán, Silvio Mondiello y Pepe Garcés, que perdía la vida al resbalar durante la travesía en una de las partes más altas. Llegarían después los intentos en la primavera de 2006, otoño de 2011 y 2016, cuando alcanzaría los 7.600 metros de altura. En varias ocasiones se ha quedado muy cerca. Desde aquel 2016 no ha cesado de intentarlo. Lo haría en primavera y otoño de 2017. Si en mayo se quedaba a 400 metros de la cima, en septiembre fue la mala visibilidad la que le obligó a darse la vuelta muy cerca de la cima. En 2018 de nuevo habría intento en primavera y otoño. En primavera era el fuerte viento el que le impedía el ataque desde el Campo 3. En otoño la abundante nieve y las avalanchas le obligaron a desistir. En 2019 sería el exceso de nieve lo que le llevaron a darse la vuelta a 7.260 metros. Con todo preparado no pudo viajar en 2020 por culpa de la pandemia. En 2021 de nuevo dos intentos. En primavera un brote de covid-19 en el campo base y la complicada situación sanitaria en Katmandú les llevaron a abandonar el país en un vuelo preparado por la Embajada para sacar a todos los españoles de la zona. En otoño lo impidió la gran cantidad de nieve en la zona. Y de nuevo el mal tiempo le privó de hacer cima en 2022. En su último intento hasta la fecha parecía que podría ser posible. Comenzó bien pero no pudo pasar del Campo 3, donde la abundante nieve bloquearon el ataque.