«Éste va a ser un año complicado». Así resume FernandoGutiérrez, presidente delBanco de Alimentos de Ávila, las perspectivas que en la ONG tienen de cara a este 2024. Un año difícil porque, asegura, pese a haber renovado este miércoles el convenio de colaboración con la Diputación Provincial (que mantiene sus 15.000 euros de ayuda), viene con importantes modificaciones en lo que a las ayudas de la UniónEuropea se refiere. 

Así, si hasta el año pasado los Bancos de Alimentos pudieron hacer entrega de alimentos en dos fases, este año aún desconocen cómo llegarán a las personas necesitadas esas ayudas. 

Y todo porque, como explica Gutiérrez, en esta ocasión será el Gobierno de España el encargado de gestionarlas. Y lo hará, continúa hablando, a través de unas «tarjetas monedero» de las que aún se desconoce prácticamente todo. «Sólo sabemos que sólo van a llegar a familias con hijos», prosigue hablando Gutiérrez, que lo que no puede afirmar aún es en qué fecha llegarán, cómo se entregarán ni a quién. Tampoco, dice, dónde podrán canjearse, algo que, ya adelanta, va a suponer no pocos problemas para las familias de los pueblos abulenses que, sospecha, se verán obligadas a recorrer largas distancias hasta la capital para canjearlas en alguna gran superficie.  

«Y sólo para familias», insiste Gutiérrez, que sabe que de esta manera van a ser muchas las personas necesitadas que se queden fuera de una ayuda vital en muchas viviendas.

Por todo ello, informa el responsable de la ONG en Ávila, «el Banco de Alimentos está preparando una ayuda suplementaria». Ayudas que llevarán a los ayuntamientos de la provincia para que sean ellos los que después los distribuyan entre las personas que más lo necesitan.

Mientras tanto, seguirán esperando las noticias que confirmen cómo piensa el Gobierno distribuir las tarjetas monederos. «El Ministerio lo va a entregar a Cruz Roja», comenta Gutiérrez, «peroCruz Roja Ávila no sabe nada».

En su opinión, «España (lo dice en referencia al Gobierno) se ha desentendido de los alimentos. No Europa». Él sabe bien que la primera fase de reparto de alimentos de Europa se hacía en abril. Y que se distribuían 128.000 kilogramos de comida. Pero, ahora, critica, prima la desinformación y lamenta la incertidumbre a la que están sometidos tanto las personas que gestionan los Bancos de Alimentos, como los usuarios de este programa.

Por eso, agradece especialmente la implicación de empresas, particulares e instituciones a la hora de hacer donativos a la ONG.

En el caso de las instituciones, este jueves tocaba aplaudir la ayuda llegada un año más desde la DiputaciónProvincial, cuyo presidente,CarlosGarcía, también criticaba con dureza el cambio de gestión del programa llevado a cabo desde elGobierno.

«Hay ciertas decisiones que las personas que vivimos en el mundo rural no acabamos de entender con las decisiones que adopta el Gobierno, dejando al margen al tejido asociativo que conoce perfectamente la necesidad real de todas aquellas familias, inmigrantes que vienen a nuestra provincia, dejando al margen a todas aquellas personas que realmente lo necesitan», reprobaba García la modificación llevada a cabo desde el Gobierno. «Es un modelo que parte de la ideología, pero que no tiene en cuenta la real necesidad de todas y cada una de las personas», apuntaba.

Con la ayuda de la Diputación Provincial, de 15.000 euros, el Banco de Alimentos podrá hacer frente a los gastos de alquiler de su nave y otros gastos corrientes. Y confía en poder dedicar parte a la compra de alimentos, algo tan necesario este año.

EL AYUNTAMIENTO. Preguntado por las ayudas que Banco de Alimentos recibe por parte del Ayuntamiento de Ávila,Fernando Gutiérrez confirmaba también que aún no tienen noticia de si la partida que el Consistorio destina a la ONG se reducirá en dos tercios, tal y como anunció en su día el Ayuntamiento.

«Pues si el año pasado nos dio 15.000 euros, este año se quedaría en 5.000 euros», se teme Gutiérrez, que considera que la cifra será claramente insuficiente para atender a las 2.100 personas a las que hay que llegar en la capital abulense.

«Pero vamos, todo esto lo conozco por la prensa. A nosotros nadie nos ha dicho nada», se lamentaba de nuevo.