Hasta hace poco más de 30 años, la estación de tren de Mingorría fue testigo del ir y venir de multitud de viajeros y del tránsito de mercancías, y si nadie lo remedia, en pocos días toda su historia se quedará reducida a un montón de escombros. Yes que este lunes, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), como propietaria del inmueble, inició su proceso de demolición, pese a la oposición de numerosos vecinos de la localidad pertenecientes a la Asociación La Tusa que no dudaron en acudir al lugar para intentar paralizar el derribo.
Hace exactamente doce años, Adif ofrecía el alquiler de una docena de estaciones de la provincia de Ávila, entre ellas la de Mingorría, pero ninguna noticia se tuvo al respecto en estos años en los que la postura del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias ha variado, decantándose finalmente por el derribo tanto del edificio principal de viajeros como de la cabina de palancas aneja, el muelle de carga y las farolas y las antiguas viviendas de los trabajadores de la estación, que correrán la misma suerte.
Los vecinos, que se enteraron hace apenas dos días de los planes de demolición, desconocían ayer si Adif contaba con la licencia correspondiente del Ayuntamiento de Mingorría para ejecutar, a través de la empresa Enajenación de Materiales Ferroviarios (Emfesa), los trabajos de derribo, y de hecho el propio alcalde, Juan Ignacio Sánchez Trujillano, declinó hacer ningún tipo de declaración al respecto al ser preguntado por Diario de Ávila.
Mingorría sufre la demolición de su estación de ferrocarril - Foto: Isabel GarcíaDesde la Asociación de vecinos La Tusa, su presidenta, Ana Pose, recordó que se trata de «un bien público, un edificio histórico», al tiempo que se quejó de la«falta de información por parte del Ayuntamiento, que no nos ha dado tiempo para poder presentar un proyecto alternativo al derribo». Y es que este colectivo vecinal entiende que el edificio de la estación «tiene mil posibilidades, desde un museo para poner en valor a los canteros, que fue la profesión mayoritaria en Mingorría, hasta un museo etnográfico, ya que de esta localidad siempre se ha dicho que tenía el mejor pan, y tirarlo supone perder un edificio histórico».
Respecto a los permisos de Adif para acometer el derribo, Pose comentó que «lo que creemos es que a parte de una simple licencia, debería haber también un proyecto de restauración paisajística en el que se indicara qué se va a hacer después, porque no queremos que se quede como una escombrera con el riesgo que conlleva».
La empresa encargada de la demolición, en el escrito dirigido al Ayuntamiento de Mingorría en el que comunicaba el comienzo de las citadas obras, ya apuntaba que al tratarse de trabajos en «elementos de la infraestructura ferroviaria» se consideraban los mismos de «interés general» y por consiguiente, «exentos de licencia».
Este lunes por la mañana acudía al lugar una empresa especializada en la retirada del amianto de la cubierta del edificio principal de la estación, si bien será mañana martes cuando se inicien los trabajos de demolición propiamente dichos si no hay orden de paralización.
«En la asociación no teníamos ni idea de que se iba a proceder a la demolición y la mayoría de los vecinos tampoco sabían nada», señaló Ana Pose, quien lamentó que «con el derribo se esfuma la posibilidad de que en un momento determinado pudiera volver a ser un apeadero». Por ello realizaron un escrito dirigido al alcalde en el que solicitaban la paralización «momentánea o definitiva» de las obras, dado que esos edificios «forman parte del patrimonio histórico de esta villa» y que con su derribo «habremos perdido parte de nuestra historia».
A ese escrito respondió el alcalde de Mingorría a última hora de la tarde de este lunes indicando que había «puesto en conocimiento de las empresas encargadas de la gestión y obras de demolición la propuesta de paralización de obras inmediata y la solicitud a la Subdelegación del Gobierno de Ávila de que intervenga en la misma al ser Adif una empresa pública estatal». También informó de que había solicitado «una reunión urgente para tratar la posible compatibilidad de trabajos de mantenimiento y seguridad que no conlleven el derribo de las edificaciones».