Bueno, pues a ver si nos sale una entrevista 'de cine'
A ver si nos sale una entrevista de Oscar o, por supuesto, de Goya, que tenemos ambos premios recientitos.
Porque, además, hablamos con el 'comandante' de la nave Nostromo Comunicación.
(Risas) Bueno, que tampoco es para tanto.
Usted, abulense en Madrid, volvió a Ávila hace unos años para llevar a cabo una novedosa apuesta por la cultura, ¿qué balance hace de su periplo hasta ahora?
Yo llevo ya siete años en Ávila, donde la apuesta que he hecho es alimentar un poco el panorama o la oferta cultural abulense, siempre buscando la democratización de la misma. Es decir, cultura para todos y buscando iniciativas en las que todos los ciudadanos, de cualquier perfil, estén incluidos o se sientan invitados a participar.
Elitismo cultural cero, ¿no?
Sí, la apuesta es huir un poco del concepto de la cultura elitista y abrirla, con todos sus maravillosos matices, a todo el mundo. Y si consigo que una persona que habitualmente no tiene mucha relación con la cultura se decida a venir a nuestras cosas, pues mucho más contento. Es decir, que el desafío es remover el interés en ese público que no está tan versado en cultura y participa menos de las citas que existen.
Una gran osadía… ¿o no tanto?
Es necesario ser osado, es necesario desafiar. Estamos hartos de que esté todo más o menos planeado y que nos quieran organizar la vida desde que nacemos y desde que nos levantamos. Entonces, vamos a tomar la cultura como pequeños actos de rebeldía, que al final son los que nos recuerdan que estamos vivos y que no somos parte de una novela distópica.
Lo último en lo que se le ocurre participar a usted es en poner en marcha un cineclub con películas no comerciales.
Para ser sinceros, esa idea fue del gerente de los Cines Bulevar, me la propuso y vi claro que era algo totalmente necesario. Además, nos 'ponía' mucho hacerlo un lunes, considerado el más gris de la semana porque habitualmente está huérfano de actividades, un día al que queríamos aportar algo atractivo que alegrara un poco la cara al público.
Y además de hacerlo, tienen la desfachatez de conseguir que la propuesta sea un éxito.
Conseguir tan grande implicación de los espectadores no estaba previsto, pero es cierto que el cineclub está superando con creces las previsiones más optimistas que teníamos. Ojalá los espectadores sigan disfrutando y dure mucho tiempo.
Todo apunta a que Ávila tiene un potencial cultural que todavía estaba por explotar.
Sí, queda mucho por hacer porque la cultura es un universo en expansión constante, es infinita y quedan abiertas muchas maneras diferentes de explorarla.
¿Y qué hay que trabajar para hacerlas vivas?
Sólo necesitamos que las instituciones públicas apuesten por la cultura y tengan claro que en Ávila la cultura interesa mucho.
Hablando de las instituciones, ¿entender que la cultura debe ser algo gratuito no beneficia a su mejor desarrollo, no?
Creo que hay en ese aspecto una confusión. Evidentemente la cultura tiene un papel social, y todo lo que tiene un papel social debería de ser fácilmente alcanzable por la población; pero también, evidentemente, la cultura comporta una formación, un trabajo, muchas horas de dedicación. Alumbrar cultura no es fácil, no es capaz de hacerlo todo el mundo, y como además los artistas tienen que comer, como todos, crear cultura debe tener un retorno económico.
Por muy elevado que sea el concepto del arte, quien lo hace tiene que comer, vestir, tener un techo… y a veces eso se nos olvida.
Así es. El artista tiene la suerte de tener esa luz para poder crear y compartir con sus círculos o con el resto de la población sus creaciones. Pero evidentemente, igual que cualquier otra persona, respira, come y paga las facturas. Pero, insisto, es también verdad que la cultura también tiene un componente social que es ineludible, y por eso de alguna manera tiene que ser accesible a toda la población, o al mayor rango de población posible que esté interesada en la cultura y no tenga esos recursos.
Volviendo al cine y a Ávila, ¿cree que Ávila es un plató de cine magnífico pero desaprovechado?
Así lo creo. Ávila tiene un enorme potencial por explotar en el mundo del cine, no tengo ninguna duda de ello.
¿Y a qué estamos esperando para aprovecharlo?
No sé, pero yo estoy convencido de que habría que tantear nuevas vías para aprovechar el enorme potencial de Ávila como plató cinematográfico, y no sólo de exteriores sino también de interiores, porque la ciudad tiene unos palacios espectaculares y unas casas muy chulas con unos patios interiores fantásticos donde poder grabar interiores.
¿Sólo la capital o también la provincia?
Tanto la capital como la provincia, porque tenemos verde, tenemos una masa granítica espectacular en Gredos como no hay en el resto de España, tenemos la suerte también de tener varios ecosistemas que son muy agradecidos y muy generosos para la cinematografía. Y si supiésemos poner esto en valor de una manera eficaz, yo creo que podríamos encontrar una fuente de financiación bastante interesante como complementaria no sólo para los arcas de las instituciones, evidentemente, sino sobre todo para todas las líneas de negocio de la ciudad y la provincia.
Interesante…
Hablo de hostelería, de comercio y también hablo de profesiones, de carpintería, de foquistas..., porque al final podríamos incluso evitar costes a la producción y eso haría atractivo venir a rodar aquí.
Pero primero tenemos que creérnoslo nosotros mismos, ¿no?
Hay que empezar a creérselo, sí, y a soñar, yo por ejemplo cada vez que miro las murallas sueño. Creo que no hay barreras y entiendo que el tiempo y los recursos son limitados, pero debería valorarse ese potencial.
Es cierto que a veces esas barreras nos las creamos nosotros mismos, que entendemos la Muralla como una barrera física y también psicológica. Los abulenses somos personas bastante humildes, y eso muchas veces ha jugado en nuestra contra. Es decir, que en Ávila hay un talento brutal que está repartido por toda España en todos los sectores, pero no lo ponemos en valor y a lo mejor no es porque los protagonistas no sepan ponerlo en valor, sino porque no entra dentro de su condición humana.
A lo mejor hay gente que está mucho más preparada para sacar luz y rédito a lo que hagan, mientras que quizás los abulenses, de manera histórica, se han dedicado a trabajar y a brillar en sus parcelas, pero no han trabajado esa parcela de trabajar la imagen. No nos sabernos vender no porque no sepamos, sino porque no lo hemos considerado algo importante.
¿Nos recomienda para acabar un par de películas con garantía de éxito para el público?
Pues la primera sería Pobres criaturas, una película que todavía está en cartelera y que le ha quitado unos cuantos Oscar a Oppenheimer, y la segunda es Priscilla, dirigida por Sofía Coppola y dedicada a la mujer de Elvis Presley, que es la próxima que vamos a poner en videoclub (mañana lunes).