«Tener un coche eléctrico no ha cambiado mi manera de viajar»

M.M.G.
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Manuel se estrenó en la conducción de vehículos eléctricos en el año 2020

Manuel es una de las personas que se han subido al carro de los vehículos eléctricos. Él lo hizo hace ya unos cuantos años, muy convencido del paso que estaba dando después de haber estudiado con detenimiento los pros y los contras de conducir este tipo de automóviles. 

Fue en 2020 cuando Manuel se compró su primer eléctrico. Pero desde 2016 andaba ya estudiando el tema. «Compré uno pequeño en un principio, para moverme por la ciudad y en viajes cortos, y como me convenció, me compré ya uno más grande», apunta.

Se refiere alTesla que conduce desde 2023, un automóvil que, cuenta, compró de segunda mano, y con el que está encantado.

Son más las ventajas que le encuentra que los inconvenientes.«Es un coche menos contaminante», comienza a enumerar esos pros que mencionábamos antes, «y eso para mí es un punto a favor».

Pero más allá de la ecología, Manuel habla de la sencillez de la mecánica de un coche cuyo motor tiene 20 piezas frente a las 2.000 de uno de gasolina; de su fácil mantenimiento y su mejor tecnología; de lo divertida que le parece su conducción, «más silenciosa y agradable»; y, por supuesto, del ahorro económico.

Y es que Manuel tiene claro que una vez hecha la inversión, en poco tiempo la compra de un coche eléctrico acaba compensando. En su caso, además, Manuel dispone de placas solares en casa, por lo que a la comodidad de poder cargar el vehículo cada noche en su domicilio («sin pisar una gasolinera») se suma el ahorro económico que le supone.

¿Y qué inconvenientes tiene?, queremos saber también. «Es verdad que los hay, pero como yo estaba muy informado antes de comprarme el coche, las pegas no me han sorprendido», responde. Hablamos, sobre todo, de la necesidad de planear previamente los viajes para tener claro dónde poder recargar, algo que fue un problema para Manuel sobre todo los primeros años, cuando no había tantos puntos de recarga. Ahora, considera, son muchos los sitios en los que poder parar para recargar las baterías. «A nosotros no nos ha cambiado apenas la manera de viajar, porque antes de tener un eléctrico también parábamos cada dos horas o dos horas y media para repostar y descansar», comenta Manuel, que como curiosidad nos dice que con su coche eléctrico ha viajado ya hasta Venecia. «Quizá ésa sea la principal pega, el que no te permite improvisar mucho en un viaje», reconoce, y recuerda algún que otro problema en los repostajes, pero escasos. «Y fue hace tiempo, ahora ya apenas se tienen problemas», dice convencido.

Pese a ello, Manuel tiene muy claro que acertó comprando un eléctrico. «Me parece la mejor opción. Yo animo a la gente a que se informe bien antes, eso sí», dice Manuel.

Por último, y preguntado por cómo valora la disponibilidad de puntos de recarga en Ávila, Manuel cree que es abundante. «Es importante que haya una buena red de carga pública, tanto para la gente de Ávila que no puede cargar en casa como para los turistas», se despide de nosotros con esta reflexión.