Villanueva del Aceral no es el primer pueblo que presta sus fachadas como lienzos a algún artista. Y es que ya son varios los municipios, tanto de esta provincia como de fuera, que a modo de pinacoteca al aire libre cuentan con murales en los que diferentes artistas han querido contar una historia. La historia de los murales que desde hace unos días ocupan casas, puertas de garaje o muros de Villanueva del Aceral es la de las gentes de este pueblo de La Moraña y la de los oficios que sirvieron de sustento para otras generaciones.
Recordar esas profesiones que ya están en desuso pero que en otro tiempo ocupaban a buena parte de la población de Villanueva del Aceral era el objetivo del concurso convocado por la asociación local Rehoyo en el que se invitaba a artistas de toda la geografía española a ocupar con su obra fachadas y otros espacios de este pueblo 'prestados' por sus dueños para recordar esos oficios que en otros tiempos fueron muy habituales y que ahora prácticamente han desaparecido o cambiado tanto que se ejecutan de manera completamente diferente.
Los distintos artistas urbanos que se interesaron en participar en este certamen pudieron ejecutar su obra a partir del 19 de julio, fallándose los premios por parte de la asociación organizadora este fin de semana en el marco de la celebración de la Semana Cultural de Villanueva del Aceral.
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El primer premio, dotado con 1.000 euros, fue para el mural 'Disfruta la música' que Nego, nombre artístico de Jorge Merino, ejecutó en la fachada del inmueble que hace décadas acogió el salón de baile de esta localidad morañega. El segundo, con 500 euros, se lo llevó el mura 'Bodegón de panes' que Flaseado (Carlos Rego) pintó en la antigua panadería, y el tercero, de 300 euros, fue para la obra con la que Litha (Beatriz Muñoz) recuerda el trabajo de los segadores. También se concedió un accésit de 100 euros al mural homenaje a los pastores realizado por Cucurella (Inés Martín).