El año pasado 152 parejas acordaron en Ávila que el contigo pan y cebolla ya no iba con ellos y decidieron poner fin a su matrimonio, según la última estadística de Nulidades, separaciones y divorcios publicada por el INE. La mayor parte de ellos, 146 en total, lo hicieron con un divorcio, que disuelve ese vínculo, y solo media docena de parejas recurrieron a la separación, fórmula legal que supone la suspensión de la convivencia entre los cónyuges pero que no rompe esos vínculos contractuales entre la pareja.
En las últimas décadas la cifra de separaciones ha caído en picado llegando casi a ser testimonial. Esto sucede desde la entrada en vigor de la Ley 15/2005, de 8 de julio, por la que se modificaban el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil en materia de separación y divorcio, suprimiendo la obligación de que antes del divorcio las parejas estuvieran como mínimo un año separadas. «Son residuales, casi inexistentes», reconoce Alfredo Sánchez, coordinador del Servicio de Orientación Jurídica del Colegio de Abogados de Ávila, al hablar de un procedimiento por el que desde que se eliminó esa obligación, hace ya casi 20 años, son muy pocas las parejas que optan.
Lo que sí llama la atención de las cifras que maneja el INE del pasado año es la caída que en Ávila han experimentado los divorcios, teniendo en cuenta que las 146 sentencias de este tipo firmadas el pasado año en esta provincia son la cifra más baja de los últimos años y, al menos, de la última década. Además, con respecto a las cifras del año anterior los divorcios han caído en Ávila un 15 por ciento teniendo en cuenta que en 2022 las disoluciones de este tipo fueron en Ávila 172 y un año después, 146.
Partiendo de la base de que 2023 fue el año, hasta el momento, en el que menos matrimonios se han roto en Ávila por un divorcio, y echando la vista atrás en la última década, el año con más disoluciones de este tipo fue 2018 cuando en Ávila se dictaron 240 sentencias de divorcio. Un año después, fueron 220. Y es que hasta el año de la pandemia las cifras de divorcios en esta provincia rondaban, o superaban, cada año los dos centenares.
Es más, el año pasado se dictaron en Ávila menos divorcios incluso que en el aciago 2020 cuando debido a la pandemia la actividad de los juzgados, y en general la de cualquier ámbito, se vio afectada. Entonces los divorcios dictados en Ávila fueron 152, lo que ya supuso la cifra más baja de los últimos años.
De los 146 divorcios dictados en Ávila el pasado año la mayor parte, 125 en total, lo fueron a través de un procedimiento no contencioso, mientras que en 21 ocasiones hubo que recurrir a un procedimiento contencioso al no existir acuerdo sobre la solicitud del divorcio o sobre los contenidos en el convenio regulador entre ambos cónyuges.
Curiosamente Ávila es la tercera provincia del país con menos divorcios, solo por delante de Melilla, donde el pasado año se firmaron 94 disoluciones matrimoniales de este tipo, y Soria, con 130 rupturas matrimoniales.
turno de oficio. Donde no han notado un descenso de los procedimientos de divorcio es en el servicio de justicia gratuita que presta el Colegio de Abogados de Ávila donde apuntan que las solicitudes de justicia relacionadas con divorcios y procedimientos de familia se movieron el año pasado en cifras «muy similares» a las del ejercicio anterior. Así, mientras que en 2022 las peticiones de justicia gratuita de este tipo fueron 208, un año después se llegó a las 212, tal y como apunta Alfredo Sánchez, que reconoce, eso sí, que estas solicitudes no solo se dirigen a iniciar un procedimiento de divorcio sino también a modificar medidas paterno filiales o a ejecuciones de divorcio ya en trámite.
Es más, el coordinador del Servicio de Orientación Jurídica del Colegio de Abogados de Ávila apunta que desde hace unos años están aumentado las peticiones de justicia gratuita para medidas paterno filiales, que son aquellas que regulan las relaciones de ambos progenitores con los hijos y cuestiones tales como las visitas, los alimentos o el régimen de custodia, de aquellas parejas que sin estar casadas pero con hijos en común deciden llevar vidas separadas. «Es normal, porque cada vez hay menos matrimonios», apunta Sánchez a la hora de dar una explicación a esta cuestión. estión.