Con su masa madre, con yogur, miel, mantequilla, azúcar, agua de azahar, limón, naranja, harina, masa de brioche y algo de ron nace uno de los dulces más apreciados, el Roscón de Reyes, que llega estos días a las mesas de los abulenses como un dulce que ayuda a completar la Navidad.
Como es un producto tan demandado, los obradores se afanan estos días en dar forma a la masa, decorarla y, en su caso, rellenarla, para que puedan llegar a los hogares. Es el caso de Pan de Panes, donde Antonio Martín, responsable de Pastelería, explica que están afrontando esta campaña «de una manera muy intensa» porque hay que sacar «mucha producción». Esto supone tener «mucho equipo para sacar la máxima producción posible en el menos tiempo y con la máxima capacidad» que pueden afrontar. En realidad, llevan haciendo roscones desde principios de noviembre pero es ahora donde está toda la intensidad, en especial entre los días 2 y 5 de enero porque «la gente los quiere recientes». Por eso, en lo que llama 'campaña de roscones' se distribuyen por departamentos (producción, rellenos, embalaje y reparto), de modo que cada uno de ellos tiene un responsable y un equipo de partida.
El proceso supone empezar la noche anterior con las masas madre y las fermentaciones largas para posteriormente hacer la masa como tal del roscón y con ello dar forma a la pieza. Luego, de nuevo fermentación, pintar y decorar antes de pasar al horno. Y tras enfriarse, se llega al relleno y la distribución.
Un dulce para completar la Navidad - Foto: David GonzálezAquí es donde se ve que hay una «actualización de los sabores» porque tras ver que la gente no quería «el clásico roscón con frutas escarchadas», se eliminó ese elemento y se pone por encima azúcar perlado y almendra granillo, que es lo que está un toque crujiente a la corteza. En cuanto a los rellenos, se van incorporando nuevos («la gente no quiere nata o solo crema») con lotus o nutella, que se unen a los de nata, crema o trufa. Y cómo no, también el que va sin relleno «que es un clásico para el cliente».
En el caso de la tienda del Pan de la Moraña, el roscón viene con una sorpresa más, gracias a un premio especial, con 1.000 euros en metálico. Es decir, además de las figuras más tradicionales, que nunca pueden faltar, los clientes pueden descubrir un premio de 500 euros y cinco de cien.