Los voluntarios del Banco de Alimentos de Ávila ultiman ya la preparación del envío de la primera fase del programa que han bautizado como 'limentos Solidarios 2024', un plan que esperan que sea permanente y que llevarán a cabo con sus propios fondos, al no contar ya con la ayuda que recibían de los Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD).
Serán 40.000 kilos de alimentos (aceite, arroz, atún, azúcar, cacao, caldo, galletas, harina, leche, legumbres, mermelada, pasta y zumos) los que repartan entre 1.523 beneficiarios repartidos en 29 entidaeds (ayuntamientos, parroquias y asociaciones).
Así lo anunciaban este jueves el presidente del Banco de Alimentos de Ávila,Fernando Gutiérrez, y el coordinador del nuevo plan, Jesús Rodríguez, que explicaba cómo este plan nació en 2022 «para suplir las carencias que ya se venían detectando en el PlanFEAD».
«En 2021 cambió la forma de trabajar, y en principio iban a entrar las comunidades autónomas a repartirlo. Pero con la pandemia se quedó en stand by, y nosotros seguimos haciéndolo, pero ya sufrimos las carencias de los últimos años que no venía ni aceite ni leche», recordaba Rodríguez, que alertaba de cómo los Bancos de Alimentos se encuentran en un momento «complicado», al atravesar «un periodo de incertidumbre».
Incertidumbre generada, explicaba, por el fin de ese PlanFEADS, pero también por desconocer cómo va a gestionar el Gobierno de España las ayudas europeas.
Saben, tal y como ya informó Diario de Ávila hace unos días, que se ha hablado de que esas ayudas lleguen en forma de tarjeta monedero y que será Cruz Roja la encargada, en principio, de repartirlas. Pero desconocen cuándo se repartirán, con qué cuantía y, sobre todo, a quién llegarán. «Con las nuevas tarjetas va a haber un nicho de población que va a quedar fuera, porque las tarjetas solamente se las van a dar a familias con hijos mayores de 14 años», mostraba su preocupación el voluntario del Banco de Alimentos, «y en este sentido es por lo que hemos creado este Programa de Alimentos Solidarios, para cubrir en la medida de lo posible esas necesidades».
Rodríguez planteaba también la preocupación que les genera la próxima implantación de la nueva Ley de Prevención del Despilfarro Alimentario. «Esta ley nos va a afectar muy directamente porque nosotros tenemos convenios con empresas, recogemos las mermas de algunos supermercados por las mañana», empezaba a plantear. «Pero fundamentalmente es que nos va a cambiar la dinámica del trabajo, porque vamos a tener que cumplir ciertas normas y nos va a cambiar el tema de regulación de convenios...», adelantaba Rodríguez la situación a la que van a tener que hacer frente en breve, ya que se espera que la ley esté funcionando el 1 de enero de 2025. «De hecho, la Federación de Bancos de Alimentos ya está trabajando en un plan alternativo que se presentará los próximos meses», anunciaba.
«Va a ser muy difícil sobrevivir, sobre todo, para los bancos pequeños», se refería en este sentido también a la GranRecogida, que ha visto disminuidas sus cifras (tanto en alimentos físicos como en recaudación económica.
«Los bancos se nutren sobre todo de la Gran Recogida», apuntaba por su parte el presidente de la ONG en Ávila, «pero también de la ayuda de la Diputación y del Ayuntamiento». Tocaba Gutiérrez un tema delicado ya que, reconocía, aún no saben si el Consistorio va a aportar este año los 15.000 euros que sí aportó, por ejemplo, el año pasado.
Pese a esto, Banco de Alimentos de Ávila tiene la intención de poder sacar adelante sobre el mes de octubre una segunda fase de programa 'Alimentos Solidarios 2024'.
Y entre sus proyectos destaca también la idea de poder convocar una mesa con las instituciones para poder seguir trabajando en favor de los más necesitados.