Aunque en junio pareciera que el verano iba a ser eterno, al final, y para muchos de manera incomprensiblemente rápida, llegó septiembre y, con sus primeros días, el inicio de curso. Risas, abrazos, nervios, ilusión, sueño y también lágrimas, como en el caso de la pequeña Amal, de tres años, fueron los protagonistas este viernes de la 'vuelta al cole' de los escolares abulenses. En total, unos 12.700 escolares, los de segundo ciclo de Infantil, Primaria y Educación Especial, se incorporaron este viernes a las aulas para reencontrarse con compañeros y profesores en unos casos o para estrenar aula en otros.

Entre las nuevas, Valeria, de cinco años que ayer comenzaba primer curso de Primaria en el colegio Cervantes, al que también acuden desde hace unos años sus hermanos Noe y Sinaí, que iban ilusionados por volver a encontrarse con sus amigos. Ella, algo más nerviosa, por la incertidumbre de no saber quién iba a ser su profesor ni quiénes sus compañeros de clase. 

«Hay que volver a la rutina», reconocía Nines, mamá de tres pequeños pocos minutos antes de que las puertas del Cervantes se abrieran y las tutoras empezaran a llamar a los que durante este año serán sus alumnos. «Lucas no quería venir», reconocía esta mamá al hablar del mayor de sus hijos, que este año cursará tercero de Primaria, y compartirá cole con sus dos hermanos pequeños, que este viernes iban «muy contentos» a su primer día de cole y con «muchas ganas de jugar» con sus compañeros.

Gael André, el mejor amigo de Lucas, se había levantado a las siete de la mañana para ir al colegio y con la ilusión de encontrarse con su compañero al que este verano solo había podido ver en una ocasión. «El patio es lo que más me gusta», confesaba este alumno de Tercero de Primaria que este curso cambiaba de tutora. «Vamos a extrañar a Angustias», reconocía la madre de Gael, al hablar de quien fuera la tutora de su hijo en segundo de Primaria en el colegio Cervantes, el único centro de Ávila que ofrece enseñanza bilingüe en francés. «Fuimos este verano a Málaga y había en el hotel turistas franceses y Gael les entendía», recordaba esta mamá una de las anécdotas de estas vacaciones. 

Unas vacaciones que en muchas aulas sirvieron a los escolares para romper el hielo. Y es que ese fue uno de los temas de conversación en esta primera jornada de cole, que al caer en viernes tuvo más ausencias de las habituales ya que muchas familias decidieron alargar sus vacaciones hasta el lunes. De hecho, Angustias, la antigua tutora de Gael, aprovechó los primeros momentos en clase para preguntar a sus alumnos qué habían hecho este verano siendo piscina, playa y pueblo las respuestas más habituales. 

Así, en Gemuño y Riofrío había pasado parte de sus vacaciones la pequeña Laura que también les contó a su tutora y sus nuevos compañeros en este primer día de cole que este verano también había aprovechado para visitar el zoo. 

Por su parte, Triana contó a Angustias y a los compañeros de tercero que este verano había ido mucho a la piscina, donde ya lógicamente nada sin necesidad de utilizar manguitos porque los que están en tercero ya son mayores. 

Un inicio de curso sin sobresaltos tal y como reconocía la directora de este colegio, Sonsoles López,  que hablaba de «normalidad» en un primer día de cole en el que «todo estaba organizado» de antemano y «todos los profesores incorporados». 

El próximo jueves, 12 de septiembre, el turno será para los alumnos de ESO, Bachillerato y ciclos de FP que regresarán a las aulas con nervios, ilusión y ganas aunque  la mayoría ya sin ir acompañados por sus padres.