La DANA que este fin de semana dejó importantes tormentas y lluvias no pasó de largo en la provincia de Ávila, donde afectó especialmente a la zona del Alberche-Pinares y también a otras zonas. Donde más llovió, según la Aemet, fue en Cebreros que, curiosamente, no fue donde más daños se produjeron dado que en localidades como Peguerinos se pedirá ser zona catastrófica tras daños en carreteras, puentes o caminos. En otras localidades como Navaluenga se quedaron sin luz, en El Tiemblo hubo un rescate y también hubo problemas de inundaciones en lugares como Sotillo de la Adrada, afectando a viviendas y garajes.

Sobre lo sucedido, el consejero  de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, explicó en una visita a la provincia que Ávila fue una de las provincias «más afectadas» de Castilla y León, como se ve en que de los 181 incidentes abiertos en la región a través del 112, un centenar correspondían a Ávila. «Son incidentes que se han solventado sin daños especialmente mayores», abordándose con mecanismos de Protección Civil, Bomberos y los apoyos «necesarios «aunque se hayan inundados garajes y viviendas y esto afecte directamente a las personas. A partir de ahí esperaba que la DANA fuera perdiendo fuerza.

Si se hace un recorrido por algunos de los lugares afectados, en Cebreros, según datos de la Aemet, el domingo cayeron 96 litros por metro cuadrado, la segunda cifra más alta de la región, solo superada por San Rafael, en Segovia. En realidad, Ávila copó cuatro de los cinco lugares donde más llovió dado que además de la capital y Cebreros destacan los 69 litros por metro cuadrados caídos en el Puerto de El Pico o los 64,6 de Gotarrendura.

La DANA se siente en Ávila, en especial en Alberche-PinaresFuera de las estadísticas, el alcalde de Cebreros, Pedro Muñoz, destaca que en la localidad desde la mañana estaban preparados y hubo bandos con recomendaciones. Sí que se produjeron dos incendios el sábado y el domingo estuvo trabajando el personal del Ayuntamiento, miembros del operativo de los camiones de incendios y Protección Civil, en este caso con el encargo de achicar agua donde había dado el «nivel de intensidad tremendo» de las lluvias.  Se abrieron las tapas de los colectores donde había más problema y se tuvieron que realizar atenciones en algún atranque con medios propios dado que al ser una alerta generalizada se quiso mantener los recursos. Lo que no se pudo evitar es que la cantidad de agua que entró en la piscina hiciera que «se perdiera la cloración» pero se está trabajando para intentar abrir este fin de semana si hace buen tiempo, en especial de cara al domingo, último día de piscina, que además es gratuito.

Por otra parte sí que se dañó el repetidor de televisión y la antena de servicio de Vodafone pero se restituyeron los servicios. En todo este episodio, explica el alcalde, estuvo en contacto con la Subdelegación del Gobierno, la Delegación Territorial de la Junta y la Diputación.

En El Tiemblo no se produjeron muchos daños pero sí que es cierto que hubo un vehículo con una persona atrapada en su interior en una de las calles y que fue inmediatamente rescatada por efectivos de Protección Civil, estando en buen estado.

La DANA se siente en Ávila, en especial en Alberche-PinaresAsí lo señalan desde el Ayuntamiento tembleño y lo certifica  el responsable del área de Acción Territorial, Extinción de Incendios, Protección Civil y Salvamento de la Diputación, José Luis del Nogal, que comenta que tuvieron que realizar algunas intervenciones en carreteras comarcales, aunque «no se llegó a cortar», por arrastre de tierra y arena al pavimento. Esto sucedió, señala, especialmente en la zona del Alberche, con la carretera de une El Barraco con San Juan de la Nava, y también en Peguerinos.

En las actuaciones se contó con agentes colaboradores que tuvieron que intervenir en algunos puntos con «lo peor» en inundaciones en Sotillo de la Adrada, donde se vieron afectados «bastantes viviendas y garajes», también en Arenas con «la caída de algunos árboles» y el incidente de El Tiemblo.

Se refiere del Nogal a la carretera de Peguerinos, uno de los lugares más afectados por la tormenta, según relata también su alcaldesa, Asunción Martín, que explica que pedirán la declaración de zona catastrófica. Según sus mediciones, cayeron 160 litros de agua por metro cuadrado en una «situación desastrosa» con casas inundadas por el agua, que salía incluso por los inodoros y bañeras. Además se «reventaron diques, muros y puertas», saltó el agua en el arroyo y hubo daños en carreteras, desplazando «el relleno de los laterales» de tierra y con los mayores problemas en la AV-308 donde se llevó parte del asfalto.

A ello se une, según su relato, que «reventaron» los puentes de acceso a la presa de la Aceña y es por eso que recuerda que ya se había avisado a la Confederación de la necesidad de hacer limpieza en los cauces.

Se levantaron «piedras enormes» que también hubo que retirar en una situación «terrorífica» donde incluso se inundó el campo de fútbol, con la posibilidad de llegar al colegio por lo que se fueron abriendo las bocas. Los caminos al monte quedaron intransitables y durante el lunes había operarios de la Diputación trabajando, sobre todo en la carretera, tratando de reconstruir lo que es «un caos». Se contaba además con un técnico de Diputación valorando lo sucedido y arreglando lo que se podía, aunque hay daños en infraestructuras que corresponden a la Junta de Castilla y León y al propio Ayuntamiento.

En Navaluenga la lluvia también generó problemas por lo que desde Protección Civil se trabajó con doce voluntarios y tres vehículos. Según explican desde esta agrupación, según los medidores del Ayuntamiento, el campo de golf y Venero Claro, se llegó a los cien litros de agua por lo que en la tarde del domingo, entre las 17,00 y las 21,00 horas tuvieron «mucho trabajo». Se comenzó quitando los tablones del río ante la previsión de lluvia y luego se siguieron distintas intervenciones, por ejemplo en dos locales comerciales donde se taponaron las bajantes y provocaron inundaciones inclusos en segundas y terceras plazas. También en garajes, aunque destacó el caso del transformador de Iberdrola en el centro del pueblo donde se anegó hasta prácticamente el techo, quedándose a unos 50 centímetros de él.  Fue necesario utilizar una bomba para sacar agua aunque se estuvo sin servicio de luz algunas horas en el centro del pueblo, incluyendo a bares y comercios, no así en la periferia donde el agua no provocó problemas en los transformadores.

Por lo demás, el río siguió su cauce aunque en la garganta sí saltó un instante el puente pero pronto volvió a su camino.

Por otra parte, en Arévalo se cayó un árbol y afectó a varios coches en la calle Huerta del Marqués, mientras que Riatas, anejo de Sotalvo, volvió a sufrir una nueva inundación al desbordarse el río Picuezo. Desde 2021, con el incendio de la Paramera, este anejo ha sufrido cuatro riadas que han afectado a sus viviendas. En este caso han sido cinco.