La exposición sobre el libro de Enrique Larreta La gloria de don Ramiro que acoge el Archivo Histórico Provincial, formada por diferentes documentos del artista y coleccionista José Luis Pajares que ayudan a entender mejor esa obra literaria y la mucha trascendencia que tuvo (y que un vez clausurada serán donados por su propietario a esa institución de la Junta de Castilla y León), conoció un capítulo especial en forma de conferencia, del propio Pajares, que ayudó a ahondar un poco más en las muchas singularidades de una novela llena de valores y de sorpresas que traspasó fronteras y conoció el 'privilegio' de ser perseguida por la Iglesia.
Recordó Pajares que «cuando yo era joven La gloria de don Ramiro tenía la fama de ser un dramón trasnochado, sin demasiado interés, pero tuve la suerte de dar con Luis Ariz, que me descubrió muchas cosas nuevas del libro que yo desconocía, sobre todo la parte artística, y a partir de ahí me interesó bastante y descubrí su gran valor».
Larreta, escritor argentino que llegó a Ávila casi por casualidad y que aquí creo esa obra maestra de la literatura del siglo XX, «fue uno de esos personajes que, como Lorca o como Caprotti, llegan a Ávila y se quedan impactados de repente al sentir una emoción intensa, y en su caso escribe esa novela que luego será emblemática y que establece conexiones con cosas nuevas, como por ejemplo inspirar una ópera a Luis de los Cobos». También, añadió, «la biblioteca de Washington tiene archivos de voz muy importantes del propio Larreta, recitando la novela o hablando de los poemas de Ávila que son también interesantes», y algunas «universidades de EEUU usan a veces este libro para demostrar que se puede enseñar la historia a través de la literatura, trabajando incluso un vocabulario que no sabemos ni los españoles».
Habló también el ponente de que La gloria de don Ramiro, menos conocida en Ávila de lo que merece, es una novela «que elogiaron grandes escritores y que reconocieron como una de las más influyentes del siglo XX», opiniones que manifestaron por ejemplo hicieron» Unamuno, que la pone por las nubes, Azorín, Ortega o Rubén Darío, que afirma que es la novela más importante y mejor escrita de toda la literatura americana». Contradictoria es la opinión de Borges, que «lo mismo dice que no se lea a Larreta como que luego habla de La gloria de don Ramiro como de una obra importante».
Destacó también Pajares que «me asombra también lo bien documentada que está la novela, tanto que se puede aprender Historia con ella», potencialidad que es aprovechada en EEUU, donde algunas universidades la utilizan para «conocer qué ocurrió en la España de Felipe II, las luchas y los problemas que hubo y que hoy continúan siendo actuales, porque La gloria... habla de realidades como el asesinato de mujeres y la lucha entre razas y religiones, que siguen estando aquí».
Sobre el motivo por el que los abulenses conocen poco esta obra tan abulense, reflexionó Pajares que «en parte puede deberse a que la novela estuvo proscrita y Larreta amenazado, se le hizo un homenaje por parte de la Academia de las Letras Argentinas, que puso una placa en el Torreón, pero el Ayuntamiento no participó». También «José Belmonte contó que en un colegio se pidió a los niños que llevasen los ejemplares de La gloria… que tuviesen en casa, y en vez de devolverlos los quemaron», y Jesús Arribas manifestó que «con esta novela pasaba un poco como cuando para ver películas subidas de tono había que ir a Francia, que había que irse de Ávila a Villacastín para poder leerla… y que el obispo no te pillara».