Un espacio para el análisis del impacto de terrorismo

E.C.B
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El Centro Adolfo Suárez de Investigación de las Transiciones Democráticas (CASITD) de la UNED abrió este martes en Cebreros un espacio para el análisis del impacto que tuvo una gran tragedia colectiva para España, el terrorismo, durante la Transición

Un espacio para el análisis del impacto de terrorismo

El Centro Adolfo Suárez de Investigación de las Transiciones Democráticas (CASITD) de la UNED abrió este martes en Cebreros un espacio para el análisis del impacto que tuvo una gran tragedia colectiva para España, el terrorismo, durante la Transición. Una jornada celebrada en el Museo de Adolfo Suárez y la Transición (MAST), apoyada por una exposición sobre el primer atentado indiscriminado de ETA, registrado en la cafetería Rolando de Madrid el 13 de septiembre de 1974 y que la banda terrorista no reconoció hasta 44 años después.

«Sin memoria no hay futuro», afirmó el rector de la UNED, Ricardo Mairal, para remarcar la importancia del Centro de Investigación Adolfo Suárez que, como explicó, es fruto del «diálogo y la colaboración entre tres instituciones (UNED, Diputación y Ayuntamiento de Cebreros) en el entendimiento de que los proyectos no son grandes por la envergadura de los objetivos que persiguen, sino que además lo son porque reclaman la cooperación interinstitucional», que, a su juicio, «uno de los primeros legados de Adolfo Suárez, la cultura del pacto, el encuentro, la confianza basada en la acción conjunta entre equipos».

Y dentro de las actividades de dicho centro se encuentra esta jornada que, como apuntó Mairal, «nos recuerda uno de los periodos tristes de nuestra historia reciente, el terrorismo, frente al que debemos responder con el conocimiento y la educación, desde el rigor».

Un espacio para el análisis del impacto de terrorismoUn espacio para el análisis del impacto de terrorismoEn la misma línea, el alcalde cebrereño, Pedro Muñoz, subrayó que estas iniciativas «tratan de resaltar que en una época donde todas las dificultades que podían existir, existían, y todo aquello que podía complicarse, se complicaba, había un ánimo en la sociedad, en los actores políticos en general, de sacar adelante un proyecto de integración, de convivencia, la mayor etapa democrática que es la que nos ha traído hasta donde estamos, la mayor etapa de prosperidad para nuestro país, y creo que esa reivindicación la tenemos que hacer siempre y especialmente en un municipio como Cebreros».

También puso el foco Muñoz en la «unión» de los españoles para «acabar con el terrorismo, que fue sobre todo un terrorismo con una base identitaria y territorial, como el de ETA, junto con otros terrorismos que hubo en el proceso». «La unión, sobre todo a partir del reconocimiento de la labor de las víctimas, fue fundamental para crear esa conciencia colectiva de que nada se podía hacer humillándoles y sí reconociéndoles».

Por su parte, el presidente de la Diputación de Ávila, Carlos García, también presente en esta jornada, señaló que de esta exposición sobre el impacto del terrorismo en la Transición «debemos aprender. Probablemente no se estudie en este momento en el colegio, pero ha sido uno de los obstáculos más importantes dentro de ese periodo». También agradeció a «muchísimas generaciones de abulenses» por su «objetivo común de defender las libertades y la democracia».

El ponente en esta jornada fue el director del Centro Fundación Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez, quien subrayó que «el terrorismo se multiplicó a partir de la Transición. «Solo entre el 76 y el 78 la cifra de muertes se duplica y es el preámbulo de los años de plomo», afirmó y por eso, a su juicio, «la Transición tiene más mérito, porque se tuvo que realizar en medio de una situación de acoso terrorista y de violencia muy potente sin igual en otros países europeos».

De la exposición habló su comisario, Gaizka Fernández, quien apuntó que está centrada en «el primer atentado indiscriminado de ETA cometido en Madrid el 13 de septiembre del 74, con 13 víctimas mortales y 72 heridos. Se explica cómo se gestó aquel atentado, cómo entraron con la bomba en la cafetería Rolando, para luego centrarse en las víctimas mortales, sus familias y sus recuerdos, y finalizar con las mentiras de ETA, que negó su autoría hasta 2018, que fue cuando se disolvió».