Jimenos Band, banda de la que se dice, parece que con mucha razón, que es una de las mejores de España de cuantas realizan tributo a Joaquín Sabina, vuelve este viernes a las tablas abulenses para celebrar esa inmarcesible música, no solamente con fidelidad al original sino también aportando una alegría y un humor que hacen esos conciertos muy disfrutables de principio a fin.
Su actuación tendrá lugar en el Teatro Santo Tomás, a partir de las 20,30 horas, con las entradas (ya a la venta en la taquilla de Cines Bulevar y en la web del Teatro Santo Tomás, y el día del espectáculo en la taquilla) al precio de 18 euros.
Nacho Jimeno, voz y guitarra del grupo, recordó que esta será la tercera vez que actúen en Ávila en los últimos tres años, en un concierto que «siendo nuestro y teniendo a Sabina como protagonista será diferente a cualquiera de los anteriores, porque siempre ofrecemos algo nuevo».
El espectáculo, como suele ser habitual, mezclará la música de Sabina con mucho humor, mezclado de manera que el público lo disfruta mucho, tanto que «nos cuentan que salen de nuestros conciertos reconfortados, con la dura realidad un poquito olvidada, y al hablar con los espectadores yo alucino cuando me cuentan que las dos horas de concierto se les han pasado volando, y yo creo que esa es la mejor señal de que les ha gustado, que se les ha pasado volando, que han cantado y bailado con nosotros y que se han reído».
Sobre el hecho de que cada concierto suyo es diferente, y que por eso haberles ido ya a escuchar no quita para volver a hacerlo porque todo será nuevo, comentó Nacho Jimeno que «el espectáculo que preparamos es siempre diferente, cambiamos las canciones, cambiamos los chistes, hablamos con el público e incluso intentamos variar el vestuario». Centrándose en esa «relación con el público que siempre intentamos cuidar», manifestó que «en muchos casos ya nos conoce y nos habla desde el patio de butacas, y creamos una relación muy chula que creo tanto a ellos como a nosotros nos gusta y nos hace sentir muy bien».
Aunque su repertorio cambia de concierto en concierto, por eso de no repetirse, reconoce la voz de Jimenos Band que «siempre hay algunas canciones que no pueden faltar, por la significación que tienen», temas que son, fundamentalmente, 19 días y 500 noches, Y nos dieron las 10, Por el boulevard de los sueños rotos y Princesa, buscando siempre que haya algo de todas las épocas de Sabina, siempre un poco más de su tiempo con Varona que con Leyva, porque los Jimenos "somos más de Varona".
Otra singularidad que define, para bien, los conciertos de Jimenos Band es el enorme parecido que existe entre la voz de Nacho y la voz rugosa de Joaquín Sabina, peculiaridad que ayuda mucho a conectar con el 'tributo' y para la cual este vocalista tiene que impostar con mucho tino la original, un trabajo de forzar sus cuerdas vocales que «se hace duro por el esfuerzo que supone».
Tanto es así, explica, que «si hacemos conciertos con canciones nuestras o con temas de otros 'clásicos' como Serrat o Aute no hay problema en hacerlos continuados o en dos días seguidos, pero cuando hacemos uno dedicado a Sabina, como tengo que forzar tanto la voz, no se puede esa continuidad, tengo que descansar».