Se abrió la caja de los truenos de Ferraz hace cuatro días cuando se supo que Eduardo Madina, secretario general del PSOE en el Congreso, se estaba pensando muy seriamente dar el paso hacia delante y presentarse a las próximas primarias del partido. Ylo más curioso es que a este joven de 37 años se lo llevan pidiendo más de un año y medio, y es la segunda vez que le presionan.
Dicen que José Luis Rodríguez Zapatero, del que poco o nada se sabe -trascendió hace unos meses que corrió en una maratón en tierras británicas y hace unos días que se compró un chalé en Madrid- está detrás de esta maniobra, y es que el leonés quiere resucitar ese espíritu de político sin canas que tomaba el poder en el partido más veterano de la democracia reciente.
Partidario de una profunda renovación en el PSOE, el exsecretario general, preocupado por el futuro del partido, se está moviendo en las últimas semanas y viéndose con diferentes dirigentes y cuadros medios. Su apuesta es que Chacón y Madina, a los que le une una sólida amistad, se unan y se hagan con el poder.
Un tándem compuesto por la exministra de Defensa y el vasco daría, según su parecer -y el de muchos compañeros-, un aire nuevo a Ferraz y volvería a ilusionar a todos esos votantes que han ido dando la espalda al partido desde hace casi un lustro.
Partidario de que Pérez Rubalcaba, al que apoyó en 2011 por las circunstancias en detrimento de su protegida, deje paso a una nueva generación. Se da la curiosa paradoja de que precisamente él se ha convertido en un estigma para el de Solares, que ha visto cómo haber sido el segundo del leonés todavía le sigue pasando factura, por mucho que reniegue de él, no se hagan fotos juntos, ni le llame a mítines y, sobre todo, dé la vuelta a propuestas, «sugerencias» según Rajoy, como la polémica amnistía fiscal, que parece haber sido cocida desde Génova cuando no es, ni por asomo, cierto.
Según los comentarios que ha realizado Zapatero a personas de su entorno, el expresidente del Gobierno apuesta por dar la oportunidad a los jóvenes y que sean ellos quienes piloten la transición. El partido se encuentra sumido en una profunda crisis y hay que encontrar una nueva hornada de dirigente, considera.
A pesar de que la enfant terrible del partido y reina de las redes sociales, Beatriz Talegón, afirma una y otra vez que lo importante es el debate de ideas y no las caras nuevas, lo cierto es que los posibles votantes del PSOE tienen muy claro que Rubalcaba no les convence aun a pesar de que están muy disgustados con los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy. Las encuestas le tienen sentenciado al de Solares, por no hablar de los últimos comicios, ya fuese en Galicia, Andalucía, Cataluña o País Vasco, donde el trompazo fue tal que las posibilidades de Patxi López en Madrid, donde está mucho mejor considerado que en Euskadi, se esfumaron.
Lo que parece evidente es que, como señaló un antiguo dirigente de la nave progresista, nadie dice nada porque «se la juegan», y más de uno es un «profesional de la política que quiere salvar los muebles... y los cargos».
Si queremos montar nuestra propia teoría de la conspiración, podemos llegar a la conclusión de que, aunque no lo parezca, todos estos rumores le vienen de perlas al mismísimo Rubalcaba, ya que hay una perfecta cortina de humo para que no le agobien con los conflictos intestinos que tiene con Pachi Vázquez y, sobre todo, con Pere Navarro, que es capaz de dejar a su gente que diga que no es independentista... de momento.