El camino como experiencia de vida

M.E
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Representantes de la Diputación, la Junta y el Ayuntamiento de Cardeñosa dieron una calurosa bienvenida a los artífices del proyecto Hablemos en el Camino, tras completar las 16 etapas entre Roncesvalles y Santiago para hablar del suicidio

El camino como experiencia de vida

Aunque ellos mismos dejan claro que el reto no ha terminado y que hay que seguir, hasta la puesta en marcha de un plan nacional de prevención del suicidio, el proyecto Hablemos en el Camino logró  el objetivo marcado, completar los algo más de 750 kilómetros que separan Roncesvalles de Santiago de Compostela por el Camino Francés, en su caso a través de 16 exigentes etapas de una media de 50 kilómetros. Un proyecto cuyos promotores coinciden en definir como «muy emocionante», por el espíritu que marcó al mismo, dar visibilidad a la enfermedad mental y la prevención del suicidio, y también por la receptividad que fueron encontrando en las personas con las que compartieron camino y también las que siguieron el reto a través de las redes sociales y los medios de comunicación del grupo Promecal, como Diario de Ávila.

Miguel Leralta y el invidente Javier González Jara, con su perro guía Xudán, no se han sentido solos ni en su trayecto hasta Santiago ni este martes, cuando fueron recibidos por el delegado de la Junta, el presidente de la Diputación y el alcalde de Cardeñosa en este municipio, donde confluyen los caminos de Santiago de Levante y del Sureste. «Lo que más destacaría es que se ha hablado del suicidio, de que existen asociaciones como Hablemos y de que es necesario; ojalá el Gobierno pusiera los medios para que se pudiera dar respuesta a este problema desde la sanidad para que la gente que necesite ayuda no tenga que esperar meses», señaló Javier González, quien habló de un reto duro en lo físico y reconfortante en lo mental.

El emblema visible del reto fue la camiseta amarilla que, con un encefalograma formado por personas, incluye la palabra vida, que es «lo que buscamos», destacó la presidenta de la Asociación Hablemos de Ávila, Emi Caídas, no sin dejar de subrayar la repercusión económica y «sobre todo personal» del reto. 

Miguel Leralta habló de emoción y de ilusión por el apoyo recibido de «mucha gente». «Nos hemos sentido casi como en casa y la camiseta llegará hasta Australia a través de un grupo de peregrinos», comentó a modo de anécdota.

Desde las instituciones destacaron la labor de la asociación, todo «un referente» frente al suicidio, y brindaron su apoyo para seguir visibilizando un problema que tiene que dejar de ser tabú.